La Biblioteca Pública de La Rioja es, por excelencia, referente de la literatura en la Comunidad. Lo es no sólo por su función de prestamista de libros sino también por su labor de depósito de volúmenes; algunos de ellos de notable valor.
De ahí que este año la entidad se haya propuesto, entre otros objetivos, la creación de la 'Biblioteca virtual', que se concretará en la digitalización de 200 libros escogidos entre los más valiosos del fondo. Los volúmenes han sido ya elegidos y digitalizados. De hecho, según asegura su directora, Dolores Martínez, la 'Biblioteca virtual' estará disponible en la Red en mayo. Según explica, el trabajo ha seguido los criterios de los protocolos internacionales en sistema abierto, de tal manera que las obras digitalizadas son accesibles desde buscadores como google o yahoo. “No es necesario que el interesado entre en la página web de la Biblioteca de La Rioja para acceder a los archivos”, explica Martínez.
Las doscientas obras elegidas han resultado de un proceso de selección en el que se han priorizado aquellas de temática riojana o impresas en La Rioja, las escritas por autores riojanos y, por último, los incunables y obras considerados de especial rareza en el marco del Patrimonio Bibliográfico y que residen en centros bibliotecarios riojanos.
Los doscientos libros pertenecen al denominado 'Fondo Antiguo' del archivo bibliográfico rojano y, por tanto, son anteriores a 1950. Entre ellas, se han digitalizado muchas de temática religiosa dedicadas, por ejemplo, a Santo Domingo de la Calzada o Juan Crisóstomo e incunables y 'raros' de Aristóteles o Galeno.
EL RETO: SABER CRECER
La doble labor de la Biblioteca de La Rioja (préstamo y depósito) hace que la entidad tenga cada vez más dificultades para alberbar sus fondos bibliográficos: le falta espacio.
No en vano, el centro fue abierto en la década de los 80 y hoy sus instalaciones albergan ya un fondo de 190.331 obras, publicaciones, material audiovisual o electrónico (datos a enero de 2008).
El futuro habrá de pasar así, según explica Dolores Ramírez, por la creación de una biblioteca de depósito y la reorganización interna del centro para un mejor aprovechamiento del espacio.