La CIA, ¿detrás del intento de golpe de Estado contra Correa?
El intento de golpe de Estado que el pasado 30 de septiembre tuvo lugar en Ecuador sigue preocupando al presidente del país, Rafael Correa. El mandatario ha asegurado que desde que asumiera su mandato, en enero de 2007, vive en una “conspiración permanente”, al tiempo que acusó a los servicios de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) de infiltrarse en las estructuras ecuatorianas para provocar incidentes como el sucedido.
En una entrevista concedida este lunes al diario mexicano La Jornada, Correa acusó a la agencia estadounidense de infiltrarse en la Inteligencia ecuatoriana para favorecer las revueltas policiales que desembocaron en lo que el propio mandatario definió como un intento de golpe de Estado.
“Hubo traición en ciertos sectores de la policía y fuerzas armadas [...] Todos los cuadros de Inteligencia trabajaban para la CIA”, dijo Correa, quien explicó que esta situación ha derivado en una profunda transformación de los servicios ecuatorianos.
“Quedamos en cero. Así que hemos tenido que buscar cuadros alternativos, algo que no se forma de la noche a la mañana. Recién en 2009 logramos aprobar la Ley del Sistema Nacional de Inteligencia”, apuntó el mandatario.
En esta línea, Correa observó que “los gobiernos que han querido cambiar las cosas en América Latina” son los que han sufrido el acoso constante de “grupos con vinculaciones políticas a los que no les interesa la democracia, sino mantener sus privilegios y sus conductas represivas”.
“Qué casualidad que somos nosotros (Venezuela en 2002, Bolivia en 2008, Honduras en 2009 y Ecuador en 2010) los que hemos sufrido intentos de golpistas. La posibilidad de que esto sea casualidad es nula. ¿Por qué? Porque estamos cambiando las cosas”, insistió.
En este contexto, el presidente ecuatoriano adelantó que va a “radicalizar” el proceso judicial contra los acusados de participar en las revueltas policiales, al considerar que “es una deuda con la ciudadanía heroica que salió a la calle a defender la democracia”.
“Con gente como los golpistas no se conversa, se aplica la ley [...] reconciliar con criminales es imposible eso sería permitir la impunidad y traicionar a los que murieron ese día. No vamos a claudicar”, sentenció.
Además, el presidente confesó que durante las doce horas que permaneció retenido en el Hospital de la Policía Nacional de Quito “sentía indignación por la traición de esa gente y tristeza, si me tocaba morir dejaba este proceso a medias, dejaba a mi familia, a mis hijos”.
Uno de los principales responsables
Por otro lado, el presidente de Ecuador apuntó ya hace unos días a uno de los posibles instigadores del intento de golpe de Estado. Se trata del ex sargento de la Policía Luis Aníbal Martínez Vilañez, quien estaba siendo investigado por violaciones de Derechos Humanos.
Martínez, quien trabajó en el Grupo de Apoyo Operacional (GAO) de la Policía habría realizado llamamientos a través de la radio a asesinar al presidente, explicó el propio Correa durante su tradicional enlace radiotelevisivo semanal.
El acusado, según Correa, tendría vínculos con Sociedad Patriótica, el partido del ex presidente Lucio Gutiérrez, y se trataría de un sujeto “extremadamente peligroso” que, incluso, tendría conexiones con la banda narcodelincuencial de Los Choneros.
“Este es uno de los principales cabecillas, nada que ver con asuntos salariales, estaba siendo investigado por atentado a los Derechos Humanos y tiene contactos con Sociedad Patriótica, es uno de los que dicen maten al Presidente, pero además a través de la radio sublevaba a la tropa, era de los que desinformaba, de los más agresivos”, afirmó Correa, según recoge la agencia oficial de noticias, Andes.
En estos momentos Martínez está siendo buscado como prófugo de la justicia, dijo, y realizó un llamamiento a los ciudadanos para que en caso de conocer su paradero, lo denuncien ante el Ministerio del Interior.
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