La Rioja es estos días epicentro de enoturismo mundial. Y es que más de 350 expertos del sector, desde bodegueros a profesionales del sector turístico o del mundo de la digitalización, están compartiendo experiencias y conocimientos en Riojaforum donde se está celebrando la séptima Conferencia Mundial de Enoturismo de la OMT. Por primera vez, la cita más importante del sector se celebra en La Rioja, una elección que no es casual y responde al duro trabajo realizado durante varios años de la mano del sector privado y las instituciones.
Un trabajo que está dando sus frutos. Claudio Cilvete es presidente de Enoturismo Chile y lo tiene claro.
“La Rioja es uno de los tres o cuatro destinos mundiales desde el punto de vista del vino y ahora también con la integración del enoturismo, no os dais cuenta, pero también también tenéis una gran fortaleza con la gastronomía que, junto con el vino y el turismo, os convierte en un ejemplo muy potente a seguir”
Un elemento diferenciador del que Chile carece. “Nuestro sector vinícola es muy potente, pero no contamos con esa fortaleza gastronómica a pesar de tener materias primas de primera calidad”. Chile tiene cuatro mil kilómetros de costa, “tenemos pescados y mariscos de alta gama, pero aún así, no tenemos la gastronomía que tenéis aquí. El hecho de que estemos en un lugar en el que a cien kilómetros a la rendoda haya tantas Estrellas Michelin demuestra que La Rioja tiene una base lista para potenciarse con la coordinación y quizás este sea el mayor desafío”.
Y en esta coordianción la digitalización, incluso la inteligencia artificial, juegan un papel determinante porque “es una de las formas de poder conectar la potencialidad gastronómica, el vino y el turismo, pero no solo la parte de la estructura digital sino también una segunda parte como son los grandes números y datos de los que podemos extraer conclusiones interesantes”. Porque, en definitiva, “el enoturista es el centro de todo y la inteligencia artificial y la digitalizción va a ayudar a entender y a facilitar a pequeñas bodegas y restaurantes quiénes son los que cruzan la puerta para visitarnos. El turismo de lujo ya no busca lujo, busca experiencias. Yo he estado tres días intensos en La Rioja y cada una de esas experiencias ha sido impresionantes, diferenciadoras y complementarias, lo que falta es la unión y conexión de todos estos puntos, pero La Rioja tiene una base muy sólida. ”.
El potencial de la digitalización de revolucionar el enoturismo
También desde dentro de la región se concibe la digitalizacion como un elemento capaz de potenciar y revolucionar el enoturismo. Javier Gurría es el fundador y director de JIG Group (España). Así, y partiendo de las premisas de que la transformación digital tiene además el potencial de mejorar las experiencias en el enoturismo, ofrecer datos e información valiosa, optimizar estrategias de marketing y promover un crecimiento sostenible, Gurría advierte de que “no se puede entender la digitalización como un objetivo sino como un medio para llegar al objetivo”. Y es que, a lo largo de su exposición, Gurría ha señalado lo que considera uno de los errores más comunes.
“Es lógico pensar, por todos los imputs que recibimos, que a través de la digitalización vamos a ser capaces de dar un mejor servicio en enoturismo o voy a comunicar mejor, pero, relamente, lo que nos tenemos que plantear es cómo la implantación de un CRM o gestor de las relaciones con los clientes, nos puede ayudar a comunicar mejor. Es un error pensar que, por implantar uno, los mailings van a salir solos”.
Por esto, el experto recomienda tener claro “qué quiero hacer y, a partir de ahí, saber cómo hacerlo y las herramientas digitales que necesito para conseguir el objetivo que me he propuesto”. Y es que, una digitalización bien realizada, “va a dotar a la empresa de un tesoro que debe aprovechar como es el dato”. En concreto, y centrándonos en el sector clave de esta conferencia Gurría pone el siguiente ejemplo. “Una persona que visita nuestra bodega, visita nuestra casa, desde el momento que realiza la reserva online de forma sencilla y rápida a través de un correo electrónico, comenzamos a generar nuestro mensaje y a la vez a obtener datos e información con los que vamos a poder moldear su visita porque no será igual una visita con niños que sin ellos”. El objetivo de cualquier bodega es ofrecer una experiencia única y diferente a cada turista y, para ello, la digitalización tambien permite tener en cuenta distitnas variables. “No será la misma visita para unos turistas que proceden de una zona en la que no se venden nuestros vinos que para los que proceden de regiones en las que sí... toda esta información la podemos obtener fácilmente sin necesidad de formular preguntas, para algunos incómodas como la edad, el estado civil, cómo nos ha conocido, si nos recomedaría y similares”. Y la digitalización, insiste, “nos va a facilitar datos que nos permitan personalizar la experiencia y, por supuesto, establecer una comunicación eficaz y directa basada en los testimonios del cliente”.
Analizando la realidad de las bodegas riojanas y la digitalización de las mismas, Gurría lo tiene claro. “Cada bodega require de un nivel de digitalización concreto, pero siempre pensando en el cliente final y en su deseo de disfrutar de nuestra bodega. El cliente está dispuesto a pagar de forma que, lo más importante, es que desde que accede a nuestra web sienta que está llegando a un mundo diferente, con una comunicación directa, que nuestra bodega ofrece todas las facilidades para cancelar la visita, recuperar el dinero... sólo así generaremos una sensación de confianza en ellos”. Y es que este experto insiste en que la digitalización “es una herramienta que les va a permitir ser más profesionales, explicar mejor la bodega y dotar a los clientes de experiencias únicas.... la tecnología hará el resto”.
Son muchas las bodegas que ya se han subido al carro de la digitalización como Bodegas de Logroño o el Barrio de la Estación de Haro. “Desde sus páginas web ofrecen sus servicios online de visitas de forma conjunta porque la digitalización también es posible en conjunto, o el Gastrobar online de Franco-Españolas y Bodegas Ontañón que permite a los clientes pedir dentro de la bodega sin necesidad de acercarse al Winebar mejorando la experiencia del cliente y permitiéndonos a nosotros obtener datos sobre lo que cada cliente solicita”. Lo que demuestra que la digitalización está abriendo las puertas a nuevas oportunidades de negocio.