La economía española se contraerá un 3,7% este año y experimentará una caída adicional del 0,8% en 2010, seguida de una “moderada recuperación” del 1% en 2011, año en el que el paro alcanzará el 20,5% de la población activa, según las previsiones económicas publicadas hoy por la Comisión Europea. La crisis en España será más prolongada que en el resto de Estados miembros debido a la lentitud del ajuste en la construcción. Mientras que la UE y la eurozona --así como Francia, Alemania e Italia-- ya han salido de la recesión, en España la vuelta al crecimiento positivo se retrasará un año, hasta el tercer trimestre de 2010. Sólo Letonia, Lituania y Bulgaria tardarán tanto como España en recuperarse.
La contracción de la actividad económica provocará que el paro en España siga aumentando hasta situarse en el 17,9% de la población activa este año, el 20% en 2010 y el 20,5% en 2011, la tasa más alta de toda la UE que además duplica la media comunitaria. El déficit público se disparará hasta el 11,2% del PIB este año y se mantendrá en torno al 10% en 2010 debido a la caída de los ingresos fiscales, al aumento de las prestaciones por desempleo y a las medidas anticrisis, mientras que la deuda aumentará del 39,7% en 2008 hasta el 74% en 2011. “Hay un riesgo de que se debilite la sostenibilidad a largo plazo de las finanzas públicas”, resaltó el Ejecutivo comunitario.
La Comisión alertó además de que existen riesgos a la baja para estas previsiones. En particular, Bruselas destacó que “algunas de las recientes medidas fiscales anunciadas en la ley de presupuestos de 2010, como la eliminación de devoluciones fiscales (en referencia a los 400 euros) y los incrementos del IVA, pueden tener también un impacto negativo en el consumo privado”. Además, “un incremento en los impagos de hipotecas podría poner en riesgo la corrección de las balanzas de los bancos muy expuestos al sector de la construcción, lo que podría tener un impacto negativo en la economía real”.
El Ejecutivo comunitario subraya que el exceso de oferta en el sector e la construcción, debido al gran número de viviendas pendientes de vender, se verá agravado por la disminución de la demanda debido a factores demográficos. “Como resultado, el proceso de ajuste en el sector de la construcción se prolongará más de lo esperado”, señala Bruselas. De hecho, el sector de la construcción se contraerá más del 10% en 2010 y casi un 4% en 2011.
La contracción de la economía española en 2009 será inferior a la de la media de la eurozona (-4%) y de la UE (-4,1%) y a la de países como Alemania (-5%), Italia (-4,7%), o Reino Unido (-4,6%). Pero ya en 2010, tanto la UE como la eurozona registrarán, en contraste con España, cifras de crecimiento positivo para el conjunto del año (0,7% en ambos casos). También en 2011, la UE (1,6%) y la zona euro (1,5%) crecerán a mayor ritmo que España.
La inflación en España se situará en el -0,4% en 2009 pero volverá a territorio positivo el año que viene (0,8%) y alcanzará el 2% en 2011, superando así la media de la eurozona (1,5%). Ello significa, según destacó Bruselas, que “no se cerrará la brecha de competitividad con el resto de la eurozona” y refleja “un mal funcionamiento de los mercados de productos, especialmente servicios”.
De hecho, la Comisión subraya que España ha seguido perdiendo competitividad durante la crisis porque los salarios han crecido por encima de la productividad debido a las cláusulas de revisión. “Los desequilibrios en el mercado laboral, como la elevada segmentación y los inadecuados mecanismos de negociación, pueden conducir, como en el pasado, a un importante aumento del paro de larga duración y reducir el potencial de crecimiento potencial de la economía española”, señala el Ejecutivo comunitario. A juicio de Bruselas, “la competitividad podría recuperarse a través de la moderación salarial”.
De hecho, la productividad de la economía española aumentará un 5,5% en 2009 debido a la contracción de las actividades de baja productividad como la construcción. Pero volverá a desacelerarse hasta alrededor del 0,75% de media en 2010 y en 2011, por lo que Bruselas ve imprescindible apostar por la innovación y la inversión en las empresas, fomentar la formación de los trabajadores y aumentar la competencia.