La falta de gol impide que el sueño continúe vivo
Sin tirar a puerta es complicado ganar, sin generar ocasiones es muy difícil remontar. Cierto que las intenciones, los tiempos de la Unión Deportiva Logroñés fueron buenos, que las variaciones realizadas por Carlos Pouso para dar un impulso ofensivo a los suyos parecían los correctos. Pero es que no hubo ni el uy. Con esa sensación de haberlo intentado todo, pero de haber evidenciado recursos ofensivos, la UDL se vuelve a quedar en el camino. Si la temporada pasada fue ante el Huracán Valencia en la primera ronda y de aquella manera, esta campaña se superó una ronda más, pero el Sevilla Atlético, con poco -suficiente-, deja a los riojanos en Segunda B.
Lástima que el filial hispalense prácticamente en 180 minutos no haya sufrido. Que salvo el arreón de los 20 minutos iniciales en la ida, el Sevilla Atlético ha controlado. Una pena que sólo en los últimos 5 minutos del encuentro en el Viejo Nervión se viera a una UDL desbocada, que ambicionaba, que bombeaba balones, que acumulaba jugadores en el remate. Puede, sólo puede, que si eso hubiera acontecido antes quizá el conjunto riojano hubiera contado con más opciones. O no porque a la contra el Sevilla Atlético habría sentenciado. Nunca se sabrá.
Que el tiro de Chevi, ya en el minuto 93, fuera lo más cercano al tanto -lanzamiento forzado desde la frontal y que se marchó a dos metros de la portería- indica que a esta UDL le falto algo en tierras sevillanas. Defensivamente poco, o nada, se le puede reprochar a un equipo intenso y que apenas concede opciones a los rivales. Sin embargo, en el momento de la verdad los blanquirrojos -este domingo de azul- han acusado la falta de un '9' puro, de un hombre que termine jugadas. Cierto que las bandas, la mejor expresión del ataque de los riojanos, no fueron determinantes, no acabaron de ser desequilibrantes. Tampoco hubo mucho espacio sobre el que correr.
RITMO PAUSADO DESDE EL INICIO
Ahora se puede incidir en la falta de ritmo inicial, en que se desperdició la primera mitad, en que había que ser más incisivo... el plan era el que era y fue bueno porque se estuvo en la eliminatoria hasta el final. Otra cosa es que Pouso confiaba en que los suyos iban a chutar más, iban a intimidar a José, iban a desbordar por los costado e iban a centrar con peligro. En este sentido, el Sevilla Atlético hizo su trabajo a la perfección. Carmona y Matos taparon a Íker Alegre y Titi, mientras que Pere Milla pasó desapercibido prácticamente toda la eliminatoria. Es decir, que enfrente había un rival que supo neutralizar las opciones ofensivas de la UDL.
La idea era hacer el partido largo, no emocionarse con la idea de remontar en el minuto 5 de partido. Además, el calor podía jugar una mala pasada. Por todo ello, la UDL se tomó el primer tiempo con calma, sin prisa, sin agobios. Como si el empate a cero fuera bueno. De inicio no le importó que el Sevilla Atlético tocara, controlara la pelota siempre y cuando lo hiciera en su campo. El problema llegaba cuando Ivi entraba en contacto con el cuero y podía asistir a Carlos Fernández, más activo que en Las Gaunas, y con más ganas de encarar a los centrales.
De este modo, dos tiros suyos, los dos acabaron en fuera de juego posteriores, resultaron las acciones más peligrosas de un Sevilla Atlético consciente de cuál era su rol: no asumir riesgos y no conceder espacios a su oponente. Se intuía que la UDL se guardaba. El ritmo trotón no le convenía, aunque ese parecía el plan, alcanzar el descanso y a partir de ahí ambicionar más cosas. El caso es que la lesión de Miguel Santos, curiosamente en la acción que le supuso la amarilla, podía trastocar los planes de Carlos Pouso, que veía como al cuarto de hora debía hacer una sustitución.
CAMBIO AL CUARTO DE HORA
Era intercambio de cromos, entraba Barreda como lateral derecho, por lo que a efectos sobre el terreno de juego no se acusó. Otra duda añadida fue que los dos hombres de la medular tuvieran tarjeta tan pronto. Adrián Cruz, algo revolucionado e impreciso con la pelota, y Adrián León, gran labor oscura, no dominaban. Se requería mayor presencia de Pere Milla, el cual estuvo prácticamente desdibujado en los 45 minutos iniciales. Por su parte, las bandas no fueron esos puñales que tanto se deseaba. Sólo Titi pudo poner un balón con cierto peligro, pero no encontró rematador. Se suponía que ahí debía estar Carlos Fernández, para eso había salido de inicio. Sin embargo, el jienense apenas se dejó ver, más cuestión de la falta de presencia del equipo en área rival que por falta de actitud del delantero.
Lo más positivo fueron tres saques de esquina consecutivos pasada la media hora que hicieron dudar a un Sevilla Atlético que reculó en la recta final del primer tiempo. Algo que agradeció la UDL para creer en sus posibilidades y que dejaba todo para la segunda parte, cuando debía exprimirse al máximo para buscar un gol que, al menos, equilibrara la eliminatoria. El primer objetivo parecía hecho, convertir la vuelta en un encuentro largo.
Con lo que no contaba la UDL fue con un Sevilla Atlético que quiso darse el gusto en la primera jugada tras la reaundación. Carmona porfió por un balón en su perfil, el cuero le llegaba a Carrillo, el cual tiraba cruzado y, por suerte, Carlos Fernández no alcanzaba a rematar en el segundo palo. Un aviso de lo que podía suceder. Los de Carlos Pouso respondieron con un córner cerrado de Titi y con el merodeo de Pere Milla dentro del área.
MÁS PRESENCIA. IGUAL REMATE
Había una variación. La UDL debía arriesgar y a la contra el conjunto hispalense encontraba espacios. Ahora había más ritmo, más ida y vuelta. Mantener el orden era importante. Carrillo volvía a amenazar tras girarse dentro del área, zafarse de su par y chutar a portería. Miguel, como de costumbre, estaba en el sitio adecuado para blocar la pelota. Por si acaso, el Sevilla Atlético hacía su trabajo y ralentizaba el posible ritmo que quería dar su rival. Así, José perdía un poco de tiempo para enfilar la última media hora con todo por decidir.
Pouso movía ficha y ponía en el piso a Muneta por el amonestado Adrián Cruz. Adrián León se quedaba como único pivote, mientras que el vasco debía asumir galones para estar más cerca de ese último pase. La idea pintaba bien. El filial se dejaba querer y salía a la contra. Ivi cedía para Carlos Fernández, pero la salida de Miguel le hizo bloquearse en una gran oportunidad para sentenciar la eliminatoria. La irrupción de Chevi dejaba a Pere Milla como referente. Momento para el madrileño le diera una chispa más al encuentro, que él junto a Muneta fueran una amenaza por dentro, para jugar por fuera con Titi e Íker Alegre.
El tiempo corría demasiada y todavía no había una ocasión clara de los riojanos. Ni la hubo. Porque el tiro de falta de Pere Milla a tres minutos del final no se puede contar como tal. Curiosamente el primer tiro entre los tres palos sin contar con un lanzamiento lejano en la primera mitad de Titi, que buscó sorprender a José. Cierto que Chevi, en el 93', contó con un tiro desde la frontal, pero se vio más cercano de la portería porque el deseo era el gol que de lo que en realidad fue. Con ese ímpetu final hay que quedarse, con esa cantidad de balones puestos en el área, con ese número importante de posibles rematadores. Fueron apenas 5 minutos en los que el Sevilla Atlético se había replegado y dejaba hacer. Demasiado poco tiempo para intimidar a un filial maduro y que supo neutralizar a una UDL, que mostró pocos recursos ofensivos para remontar el tanto de Borja Lasso en Las Gaunas.
FICHA TÉCNICA
Sevilla Atlético: José, Carmona, Bernando, Martínez, Matos; Diego González, Tena; Carrillo (Juanje, min. 72), Ivi (Romero, min. 90), Borja Lasso; y Carlos Fernández.
UD Logroñés: Miguel; Miguel Santos (Barreda, min. 17), Jacobo, Borja, Paredes; Adrián Cruz (Muneta, min. 62), Adrián León; Titi, Pere Milla, Íker Alegre; y Carlos Fernández (Chevi, min. 73).
Goles: No hubo.
Árbitro: Leandro Carbajales Gómez (colegio Asturiano), acompañado por Omar Mata Areces y Nicolás Marinero Noval. Amonestó a los locales Carlos Fernández (min. 22), Matos (min. 66) y Tena (min. 85); y a los visitantes Adrián Cruz (min. 8), Miguel Santos (min. 15), Adrián León (min. 39), Borja (min. 61) y Jacobo (min. 70).
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