La falta de hidratación afecta al rendimiento mental

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Su nivel de hidratación puede influir en su capacidad, tanto a la hora de estudiar como a la hora de hacer las pruebas. Por eso, el Observatorio de Hidratación y Salud recuerda que es importante beber entre 2 y 3 litros de líquido al día, incluyendo diversidad de bebidas. Además de agua, las infusiones, los refrescos, los zumos, los lácteos y los caldos ayudan a que los estudiantes estén bien hidratados.

La hidratación es fundamental para tener un buen estado de salud. Interviene en muchas funciones fisiológicas como respirar, hacer la digestión o la termorregulación del cuerpo, pero también influye en las habilidades cognitivas. La relación entre hidratación y rendimiento mental es especialmente importante para todas aquellas personas que tienen un trabajo intelectual intenso, como es el caso de los estudiantes, que en esta época del año se ven sometido a un esfuerzo extra.

Jornadas de estudio de muchas horas, alteración en el ciclo del sueño, nervios, estrés, etc. son situaciones típicas para los universitarios españoles en el mes de febrero, momento en el que se enfrentan a los exámenes del primer cuatrimestre. En esta época es frecuente que los estudiantes olviden que necesitan beber entre 2 y 3 litros de líquido al día. De hecho, la mayor parte de ellos desconoce la relación que existe entre la hidratación y su rendimiento mental.

A medida que el cuerpo va perdiendo líquidos, la capacidad intelectual va disminuyendo de forma progresiva y son muchas las funciones cognitivas que se ven debilitadas. De hecho, una mínima deshidratación ya puede tener consecuencias en el rendimiento mental. Según el estudio sobre “Hidratación y Rendimiento Cognitivo” dirigido por el Profesor Dr. José Antonio Flórez, Catedrático de Ciencias de la Conducta de la Universidad de Oviedo:

Con pérdidas del 1% aumentan los tiempos de reacción y disminuye la memoria.

A partir del 2% se producen pérdidas momentáneas de memoria, disminuye significativamente la atención, las respuestas reflejas, la coordinación psicomotriz, la voluntad y pensamiento, y la coordinación visual y motora.

Cuando las pérdidas superan el 6% es frecuente que se produzcan delirios o alucinaciones, disminuye drásticamente la memoria a corto plazo y la capacidad de concentración.