En palabras de Dubón es “una buena noticia para Mallorca” por el trabajo realizado. Y es que la Unesco ha explicado las razones culturales y también geográficas por las que se ha otorgado este distintivo, alegando que “el Paisaje Cultural de la Sierra de Tramontana está situado en las abruptas laderas de una cadena montañosa paralela a la costa noroccidental de la isla de Mallorca. La agricultura milenaria en un ambiente con escasos recursos de agua ha transformado el terreno y muestra una red articulada de mecanismos de gestión del agua entre las distintas parcelas que es de origen feudal. El paisaje está formado por cultivos en terraza y mecanismos de distribución del agua interconectados que incluyen molinos hidráulicos, así como construcciones de piedra sin argamasa y granjas”, elementos aglutinadores de una riqueza que ha proporcionado a la Sierra de la Tramontana la posibilidad de ser calificado con este “valor excepcional y universal”.
La Unesco ha puesto en valor la cultura milenaria arraigada y conservada hasta nuestros días, así como las prácticas también sostenidas de generación en generación para crear un enclave paisajístico y agrícola único. También han sido inscritos la isla de Meroe en Sudán o los Centros de poder de los longobardos de Italia.