El Informe Anual de 2008 del máximo órgano de fiscales indica que cada vez se registran más casos de violencia doméstica protagonizada por jóvenes. Ante estos casos es necesaria, según dicta el informe, una reacción con la “máxima urgencia”, promoviendo la adopción de medidas cautelares.
Sin embargo, el documento también indica que para estos supuestos no siempre es posible ni estaría justificado el internamiento del joven, ya que esta medida puede acabar deteriorando, “de manera irreversible”, la relación de afecto paternofilial y puede “contaminar” la personalidad del menor y agravar el problema que padece de fondo.
La mayoría de las Secciones de Menores coinciden en que el recurso más adecuado para estos supuestos es la convivencia con grupo educativo, así como de la mediación interfamiliar e intergeneracional. Un ejemplo de ello es el de la Sección de Menores de la Fiscalía Provincial de Valencia, que, con su 'escuela de padres' ha contribuido, según los fiscales, a la reeducación y reinserción de los menores y a su retorno pacífico a la convivencia familiar.
Otro aspecto que preocupa a los fiscales es la falta de centros adecuados y de una normativa precisa para atender a los niños con enfermedades psíquicas y con problemas conductuales, que hace que el tratamiento su tratamiento sea “particularmente problemático y complejo”.
En el informe también se denuncian deficiencias en centros tanto de protección de menores como de acogida de menores extranjeros no acompañados, que obligan a una “alerta constante” y a la “exigencia de un esfuerzo” en la mejora tanto del personal como de los medios, constituyendo éste, de nuevo, uno de los objetivos para el ejercicio 2009.
Sobre el acoso escolar entre menores en las aulas de los colegios e institutos, el informe señala que las secciones de Menores autonómicas no han detectado a lo largo de 2008 un incremento del número de casos de agresiones físicas y psíquicas entre el alumnado, apuntando a la sensibilización de la opinión pública como una de las causas de contención de este tipo de infracciones.
Los fiscales opinan que, en la medida en que lo permitan los recursos disponibles, los jóvenes menores de edad que cometan incidentes o infracciones graves, se promuevan como regla general que las prestaciones continúen teniendo preferentemente conexión con el bien jurídico lesionado, para de esa forma “fomentar durante la ejecución el proceso reflexivo del menor”.
Así, ponen como ejemplo el de la Sección de Menores de la Fiscalía Provincial de Lérida que, según “no ha cesado en la búsqueda de recursos”, con el objetivo de que se pueda disponer del mayor número posible de ellos, que permita que la actividad que desarrolle el menor esté directamente ligada con la naturaleza del bien jurídico lesionado por el mismo.