El presidente del Parlamento de La Rioja, José Ignacio Ceniceros, ha defendido que la reforma del Estatuto de Autonomía vele para que “la nueva norma establezca un equilibrio adecuado y justo con el resto de regiones que integran España”. Ceniceros ha pronunciado en Santa Coloma el pregón con motivo del Día de La Rioja, en un acto al que también ha asistido el presidente del Gobierno regional, Pedro Sanz, entre otras autoridades.
Para el presidente de la Cámara regional, La Rioja tiene derecho a exigir “igualdad y solidaridad” en el contexto nacional. Ha afirmado que en España se reconocen las diferencias y peculiaridades de cada comunidad autónoma y de los territorios históricos, “pero no las desigualdades que impliquen privilegios económicos o sociales”.
Al igual que a los alcaldes que se reunieron en Santa Coloma en la Convención de 1812, a los representantes del pueblo riojano no les falta voluntad ni ánimo “para lograr las mejores condiciones que permitan el mejor nivel de vida para los ciudadanos, el desarrollo completo de nuestra región y un porvenir en paz”, ha resaltado.
Ceniceros también ha recordado que el pueblo riojano podrá festejar el 9 de junio uno de sus signos de identidad porque “hace casi doscientos años los representantes municipales fueron pioneros al defender una nueva ordenación territorial del Estado en la que La Rioja fuera una entidad diferenciada”.
REMODELACIÓN
En su intervención, también ha destacado el apoyo económico de esta institución en las obras de remodelación de la plaza de la Convención de Santa Coloma, inaugurada antes del pregón por el presidente del Gobierno de La Rioja, Pedro Sanz, y el alcalde de la localidad, Pedro José Hernando.
Las obras, que han supuesto una inversión de 224.000 euros, han consistido en la renovación del pavimento, las barandillas, el mobiliario urbano y el alumbrado público de la plaza y del entorno del “Martyrium” de Santa Coloma.
Además, se ha restaurado el monumento de la Convención, obra del artista Miguel Ángel Sáinz, y se han eliminado algunas barreras arquitectónicas que existían en este lugar.
El “Martyrium” es una construcción de sillería formada por la superposición alineada -en dirección este oeste- de tres cuerpos de planta cuadrada, todos ellos cubiertos con cúpulas semiesféricas sobre pechinas, y constituye un vestigio de un monasterio dedicado a Santa Coloma.