Si el año pasado los agricultores recibían 60 céntimos de euro por cada kilo de almendra común, este año el precio ha bajado a 40. Lo mismo sucede con la larguetta, que ha descendido de 90 a 55 céntimos; o con la marcona, que baja de 1,02 euros por kilo a los 60 céntimos actuales, un 42% menos (según indica la Hoja de Precios que realiza semanalmente la Sección de Estadística de la Consejería de Agricultura).
Esta crítica situación pone en riesgo la supervivencia de un cultivo clave para amplias zonas de La Rioja Baja y de La Rioja Media. En varias localidades el almendro no solo es una actividad económica importante, sino que es fundamental para controlar la erosión y mantener el paisaje.
Para luchar contra esta crisis ya estructural del sector de frutos secos, la UAGR propone un plan de reconversión que permita aumentar la capacidad productiva riojana, así como una decidida estrategia de diferenciación de nuestra producción de calidad. Además, es indispensable que se establezca un control serio de las importaciones de almendra, ya que es imposible trabajar con los ridículos precios a los que entra la producción foránea.
La UAGR también considera que es necesario reordenar el sector riojano de frutos secos, ya que los más de 1.000 solicitantes de ayudas europeas están dispersos en 14 Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas, de las que únicamente 2 son exclusivamente riojanas.
EXIGE PROYECTOS DE INVESTIGACIÓN A LA CONSEJERÍA DE AGRICULTURA
Por último, la UAGR urge a la Consejería de Agricultura a que ponga en marcha cuanto antes los proyectos de investigación sobre adaptación de nuevas variedades y sobre nuevas técnicas de producción. Íñigo Nagore se comprometió a ello durante las jornadas estatales de frutos secos que COAG celebró en junio en Arnedo, y la crítica situación actual obliga a iniciar estos proyectos
urgentemente.