Greenpeace ha acusado a varias empresas petroleras de Estados Unidos de intentar poner en marcha una campaña para crear “una falsa opinión pública” contraria a la lucha contra el cambio climático. Para ello, algunos de sus empleados se harían pasar por “ciudadanos preocupados” por las medidas anunciadas al respecto por el gobierno de Barack Obama, según informa la asociación.
En un documento del Instituto del Petróleo Americano (API), filtrado a Greenpeace la semana pasada, las compañías petroleras instan a “ordenar a los mandos de sus empresas que apoyen con fuerza la participación de sus empleados en esta campaña”.
Nada más conocer esta estrategia, activistas de Greenpeace han desplegado una pancarta con el mensaje 'Fraude climático financiado por las grandes petroleras' frente a las oficinas del API en Washington , junto con los logos de empresas como Exxon Mobil, Shell, BP y Chevron.
Según una responsable de Greenpeace, Melanie Francis, “las oscuras maniobras de las petroleras suponen una burla al debate público sobre las acciones a emprender con respecto al cambio climático”. “Necesitamos centrarnos en los límites que los científicos han marcado, y no en los acuerdos de mínimos que pretenden las petroleras”, declaró.
Para Francis, “es necesaria una reconversión para que los trabajadores de este sector vean las nuevas oportunidades de empleo que ofrece una revolución energética verde y no que la teman y se enfrenten a ella en estas campañas de desinformación”.
Además, la responsable de Greenpeace instó a los directivos de las compañías implicadas a “denunciar públicamente” estas estrategias. Greenpeace afirma que, en lo que va de año, la industria petrolera estadounidense, en colaboración con la del carbón y el gas, ha invertido más de 82 millones de dólares (57,6 millones de euros) en un 'lobby corporativo' contra la legislación sobre cambio climático.