El drama que se está viviendo en Kirguistán por culpa de los enfrentamientos étnicos, ha provocado el desplazamiento de miles de personas hacia el vecino Uzbekistán. Consciente de la crisis humanitaria y de la necesidad de ayuda, la Agencia de Naciones Unidas para el Refugiado (ACNUR) ha enviado el primero de los seis aviones de carga Ilyushin-76 que llevarán 40 toneladas de ayuda humanitaria cada uno, para los refugiados que huyen de la violencia en el sur de Kirguistán.
A petición de las autoridades uzbekas, el primer vuelo de ACNUR transportará 800 tiendas de campaña ligeras para cubrir la creciente necesidad de alojamiento. Según los datos facilitados por el gobierno de Uzbekistán, el pasado viernes llegaron más de 75.000 refugiados desde Kirguistán. ACNUR.
Los siguientes cinco vuelos se cargarán con mantas, sacos de dormir, utensilios para cocinar y lonas plásticas para montar refugios de emergencia. En total, ACNUR tiene previsto enviar 240 toneladas de ayuda humanitaria de los almacenes centrales para emergencias en Dubai. Cuando lleguen a Uzbekistán, los materiales serán trasladados en camión de inmediato para su distribución en varios centros de acogida para refugiados, en coordinación con el gobierno.
Por otro lado, según ha anunciado el portavoz del ACNUR Andrej Mahecic, parte del equipo de emergencia de ACNUR, compuesto por trabajadores de terreno y expertos en operaciones, planificación de campos y logística, han viajado a la zona.
El Alto Comisionado está preocupado por la rápida escalada de violencia desde el pasado 10 de junio en el sur de Kirguistán, que ha dejado un elevado número de muertos y ha empujado al desplazamiento interno de unas 200.000 personas en el país, a los que se añaden los 75.000 refugiados que han buscado refugio en Uzbekistán.
La situación en Osh y Jalalabad continúa complicada con combates esporádicos y ataques dirigidos contra civiles, incluyendo mujeres y niños
que se prolongaron este lunes. Si la paz y el orden no se restablecen, se incrementará el número de personas que se verán obligadas a desplazarse hacia las zonas rurales o que crucen la frontera hacia Uzbekistán, aseguran desde ACNUR.
“Nos preocupa también que la falta de seguridad en Osh, en Jalalabad así como en otras zonas nos impida llevar a cabo una evaluación de las necesidades y una distribución de ayuda humanitaria. ACNUR está coordinando ayuda humanitaria con el equipo de la ONU en el país y estamos incrementando nuestras operaciones de asistencia a desplazados internos”, afirmó Mahecic.