El piloto francés Sebastien Löeb (Citröen) se acercó un paso más hacia el Mundial 2007, tras concluir como líder de la general del Rally de Irlanda, en una segunda jornada marcada por el accidente de su gran rival, el noruego Marcus Gronhölm (Subaru). El actual líder de Mundial se salió de la pista en el tercer tramo del día, lo que provocó la pérdida de las dos ruedas del lateral del piloto. Además, tuvo que ser hospitalizado lo que deja el campeonato en bandeja a Loeb que, espoleado por el percance de su rival, terminó la jornada como líder por delante de su compañero de equipo el español Dani Sordo (Citröen), que estuvo al mando de la general durante buena parte de la mañana.
En este sentido, el piloto cántabro firmó una jornada prácticamente perfecta, pues no bajó del tercer lugar en ninguna de las nueve cronometradas del día. Es más, el joven montañés se apuntó la segunda, tercera, sexta y octava especial de la segunda jornada para escoltar a Löeb, en una labor de equipo impecable. El piloto galo rodó en tiempos muy parejos al español lo que le permitó obtener triunfos en el primer, cuarto, quinto, séptimo y noveno 'scratch'. De este modo, la supremacía de Citröen quedó de manifiesto, pues monopolizaron el control de todas las sesiones del día.
De este modo, la general quedó encabezada por el galo Loëb, que cuenta con 11.2 segunos de ventaja sobre el español Dani Sordo. Salvo percance, la victoria final en el rally parece que se decidirá entre los dos pilotos oficiales de Citröen, pues buena prueba de la superioridad de ambos es que el tercer clasificado, Jari-Matti Latvala (Ford), ya marcha a 1:28.4 segundos del campeón Mundial de 2006. Menos suerte tuvo el otro español en competición, el catalán Xevi Pons (Subaru), que tuvo que retirarse y cerrar el Mundial con un amargo sabor de boca, después de sufrir un accidente en el cuarto tramo del día, que dañó seriamente la mecánica de su vehículo.