Una concentración de apoyo a la víctima de Albelda y crítica a una justicia “que sigue siendo profundamente patriarcal”

La lluvia no ha impedido que medio centenar de personas se concentraran esta tarde a las puertas del Palacio de Justicia para mostrar el apoyo a la mujer de Albelda de Iregua víctima de una agresión sexual y una paliza. “Queremos mostrar nuestro apoyo a la víctima de las múltiples agresiones de Albelda de Iregua tal y como hemos hecho en otras ocasiones, pero con esta concentración, también queremos mostrarle nuestro apoyo físico y la fuerza que tiene todo el movimiento feminista. Todas nosotras y toda la ciudadanía le apoya”, ha explicado la portavoz del movimiento feminista Isabel Lizarbe.

Una concentración de apoyo y también de crítica porque con esta concentración también han cuestionado los últimos fallos judiciales que han dejado en libertad a los dos agresores. “Queremos recordar que la justicia sigue siendo profundamente patriarcal porque de lo contrario no se habrían tomado las decisiones que se han tomado, no se habría dejado a esta mujer desprotegida desde el primer momento, desde la primera agresión, permitiendo que se le agreda sexualmente una segunda vez y que esta misma semana le propinen una brutal paliza por la que tuvo que ser atendida en el Hospital San Pedro”.

Lizarbe ha censurado además que los dos agresores, el que cometió la agresión sexual el pasado 8 de marzo y el que le propinó la brutal paliza esta semana, estén ya en libertad porque esta medida, advierte, “para lo único que sirve es para dejarla aún más desprotegida. La justicia tiene que proteger a las víctimas de violencia de género, de violencia sexual y de violencia machista en general y, con estas actuaciones, lo único que están demostrando es que no les importe la situación en queda la víctima”.

Y es que para la portavoz del Movimiento Feminista estamos ante un caso de violencia de género. “La primera agresión la sufrió por parte de su ex pareja, independientemente del barrio en el que viva, independientemente de la peligrosidad del barrio en el que vive, independientemente de si hay o no un problema de drogas, es violencia de género, y lo demuestra el hecho de que se siguen cebando con ella porque la segunda agresión sexual la sufre porque intentan disciplinarla, intentan así que retire la denuncia”, al igual que con la paliza de esta semana, “están intentando que retire las denuncias”.

Y de seguir así, advierte Lizarbe, si la mujer continúa en esta situación de “algo riesgo y sigue desprotegida lamentaremos una muerte más por violencia de género en nuestra comunidad”.