“La comisaría de Villegas no se cierra”. Así de tajante lo ha asegurado hoy el comisario jefe de la Policía Local de Logroño, Pedro Galarreta, quien ha salido así al paso de las críticas por la reorganización de este centro.
Galarreta, junto a la concejala de Igualdad, Eva Tobía, ha explicado que “el trabajo de los agentes que estaban destinados en la zona este se va a centralizar desde la comisaría de Rua Vieja y desde ahí se redestribuirán según las necesidades diarias”. Por lo tanto, “cualquier ciudadano podrá acudir a la comisaría, donde será atendido por un agente”.
“No es normal que con una plantilla mermada tengamos distribuidos los agentes de forma parcial por ciertas zonas”, ha insistido Galarreta, quien ha detallado que esta comisaría tendrá un servicio diario de un oficial de barrio, una patrulla en coche y una a pie.
Más transparencia y eficacia
“El modelo policial de Logroño ha cambiado en los últimos meses bajo la nueva dirección de Galarreta. Nos hemos encontrado una organización poco eficiente, con medios son limitados”, ha explicado la concejal de Policía, Eva Tobía, quien ha detallado que, pese a la incorporación prevista para este verano de 31 nuevos efectivos, “ la plantilla está mermada por la dejadez de legislaturas pasadas”.
Tobía también ha lamentado la “falta de transparencia en la gestión” y el carácter provisional de los puestos (un 40%), ya que “desde 2014 no ha habido concurso general de puestos de trabajo, no han ejecutado las ofertas de empleo público desde 2016, no se han previsto las jubilaciones y hay un déficit de casi 90 efectivos por debajo del catálogo de puestos de trabajo”.
Además, se trabaja en un reglamento de segunda actividad y en impulsar la formación interna. Tobía ha explicado que se han reactivado las conversaciones para poner en marcha un convenio de colaboración con la Guardia Civil, “obsoleto desde 2011”.
Todos estos elementos de cambio responden, en palabras de la concejala, “a una apuesta clara por una policía de proximidad y orientada a la resolución de problemas”, teniendo en cuenta que “avanzar hacia este modelo policial no es cuestión de días ni de meses y la resistencia al cambio están presentes”. Con todo, “somos conscientes de la enorme valía profesional de nuestros policías y de su capacidad para abordar nuevos retos”.
La nueva organización de Policía también implica restaurar mandos en la Unidad de Medio Ambiente y potenciar la Unidad de Tráfico y la de Atestados, así como desarrollar las comunicaciones.
También se ha renovado el material, con un equipo de drogotest para trabajar en calle, un nuevo multacar que se suma al anterior y un cinemómetro, y se ha apostado por la formación, retomando los ejercicios de tiro obligatorio para toda la plantilla e incorporando la formación en ruidos, comunicaciones, intermediación, atestados y diversidad.
Por último, se está en contacto directo con unidades y servicios municipales como medio ambiente, servicios sociales y movilidad, además de la Policía Nacional y la Jefatura Provincial de Tráfico.