En el nuevo contexto africano, donde la revolución está presente en las calles y la emigración despierta las preocupaciones internacionales, los viejos conflictos somalíes continúan. El grupo somalí radical islámico Al Shabab y los militares del Gobierno Federal de Transición siguen su lucha por el control del país sin mesura en las áreas pobladas y sin tener en cuenta la protección de los civiles.
En este sentido, el Secretario General de la ONU insta con urgencia, ante el recrudecimiento de los enfrentamientos, a los somalíes y a la comunidad internacional para redoblar los esfuerzos por alcanzar la paz y la estabilidad del país africano.
Ban Ki-moon lamentó el alto costo de vidas debido al conflicto expresando sus condolencias a las familias de los civiles y militares del las fuerzas del Gobierno Federal de Transición y de la Misión de la Unión Africana que han muerto como consecuencia de la violencia.
Por otro lado, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) expresó su preocupación por las hostilidades desencadenadas que han dejado a miles de civiles sufriendo la lucha entre las fuerzas de paz de la Unión Africana, las tropas etíopes y las fuerzas del gobierno contra las milicias Al-Shabab.
Amenazas terroristas
No sólo la lucha se queda dentro de los fronteras somalíes, el grupo radical islámico Al Shabab ha amenazado con cometer atentados terroristas en Kenia por el apoyo al Gobierno Federal de Transición de Somalía.
Sheik Ali Mohamud Raghe, portavoz del grupo terrorista, acusó al Gobierno keniano de secundar los ataques de las fuerzas pro-gubernamentales a las posiciones controladas por el grupo.
“Las anteriores advertencias no son nada comparadas con ésta. Llevaremos a cabo duras represalias contra Kenia”, advirtió el portavoz.
En este sentido y para asegurar la defensa de la frontera con Somalía, 600 soldados kenianos se han trasladado hasta allí, para reforzar en Bullahawa a las fuerzas de seguridad en pro del Gobierno de transición. Por potro lado, Kenia también ha aumentado la seguridad en la línea fronteriza para evitar la entrada de terroristas del grupo somalí en el país, ya que tiene entendido que reclutan combatientes. “Sabemos de jóvenes kenianos a los que les prometen grandes sumas de dinero por ir a combatir para Al Shabab en Somalia”, dijo el portavoz del Departamento de Defensa de Kenia, Bogita Ongeri.
Además de las amenazas, los ataques y atentados en Somalia, el grupo terrorista también ha asumido los dos atentados suicidas con explosivos del pasado 11 de julio que causaron al menos 76 muertos en la capital de Uganda, Kampala.
Al Shabab pretende derrocar al Gobierno Transitorio de Mogadiscio y establecer un estado radical musulmán de corte wahabí.
Por otro lado, en materia de emigración, ACNUR indicó que 300 somalíes han escapado a Kenia en los últimos días y urgió a todas las partes en conflicto en Somalia a no atacar las áreas pobladas y a garantizar la protección de los civiles.
Somalia vive en el caos desde que fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre en 1991 y su territorio está controlado por milicias islámicas, señores de la guerra tribales y grupos de bandidos.
Imágenes cedidas por ACNUR