El BM Logroño insiste. Quiere pelear hasta el final. De hecho, está en su mano. Las cuentas son claras. Restan 6 puntos en juego y los de Miguel Ángel Velasco saben que sumando todo como mínimo son cuartos en la clasificación –por delante quedarían Barcelona, Bidasoa y Granollers podría también superar a los franjvinos si gana sus compromisos pendientes aunque pierda este miércoles contra los riojanos-. Por delante, Granollers, Anaitasuna y Huesca, es decir, dos rivales directos en la pelea. Todo gracias al triunfo 31-28 frente a un Fertiberia Puerto Sagunto que lo intentó hasta el final y que impidió que los logroñeses pudieran estar más pendientes de la cita que tenían en 96 horas, ya que los valencianos en vez de desistir, por ejemplo, con el 21-12 nada más comenzar el segundo tiempo o con el 27-20 a 11 minutos de la conclusión apretaron las tuercas a un oponente que nunca temió por la victoria.
De hecho, el conjunto visitante estuvo por delante, con ventajas mínimas, en los compases iniciales del choque, 2-3, 4-5 y 5-6. A partir de ese momento, la defensa logroñesa comenzó a fijar mejor, lo cual provocó varios contragolpes que propiciaron la voltereta, como el 9-7, a los 17 minutos. Pese a la ventaja local, Pomeranz ponía el 11-10 con 9 minutos hasta el intermedio. Entonces, el BM Logroño apretó los dientes -algo tuvo que ver Jorge Pérez con cuatro paradas seguidas- para frenar en seco a un Puerto Sagunto que se marchó al descanso sin anotar y encajando un parcial de 6-0. Ni el tiempo muerto con el 13-10 surtió efecto porque Casado y Balenciaga, don dos tantos cada uno, se encargaron de sumar el 17-10 tras media hora en la que Edu Cadarso pareció dar continuidad a su rendimiento el pasado miércoles (5 de 5 en la primera mitad). Claro que el central almeriense ayudó con otras cinco dianas.
Los franjivinos no querían dudas, así que trataron de ser un martillo pilón. En apenas 4 minutos y con Pina de dulce, tres goles consecutivos, el 21-12 era una realidad. Duelo prácticamente finiquitado. Eso parecía, pero vino una pequeña pájara que permitió a Puerto Sagunto creer en la remontada cuando los anfitriones se quedaron atascados en el cartón 22. Máxime cuando Corzo acercaba hasta el 22-19 con todavía veinte minutos por delante. La capacidad ofensiva de los riojanos con tantos de Casado, principalmente, y Ortiz devolvían la relativa comodidad con el 27-20 a 11 minutos del pitido final.
Que los visitantes no se rindieron fue evidente. Mirallave y Ortega buscaban las cosquillas a los logroñeses con el 30-27, aunque ya no había casi tiempo material, apenas 90 segundos, el BM Logroño no pudo relajarse. Al menos, esta vez fue un partido en el que Velasco puso dosificar algo sus piezas y en las que Oswaldo apareció para ayudar un poco. El miércoles, ante Granollers, llega la verdadera prueba de fuego para saber si el cuadro riojano puede seguir peleando por una plaza europea.
Foto: BM Logroño