La explosión de una bomba en una carretera de la ciudad de Kismayu, situada al sur de Somalia, alcanzó el coche de Médicos Sin Fronteras y provocó la muerte de dos cooperantes de la sección holandesa de la organización médica. El conductor del propio vehículo y un periodista que viajaba con los miembros de MSF también resultaron muertos.
“Una bomba alcanzó un coche de MSF-Países Bajos, matando a dos extranjeros, un keniano y un hombre, y a un conductor y un periodista somalíes que pasaban por la carretera”, indicó un testigo a Reuters.