El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó que no descarta que la justicia procese a los funcionarios de la Administración Bush que diseñaron el marco legal para las técnicas empleadas por los agentes de la CIA en los interrogatorios a sospechosos terroristas, muchas consideradas torturas.
En declaraciones a los periodistas tras reunirse con el rey Abdulá de Arabia Saudí, el presidente afirmó que le preocupa que se pueda politizar el caso aunque dejó en manos del fiscal general, Eric Holder, la posibilidad de iniciar un procedimiento criminal contra los funcionarios que aprobaron esas técnicas.
Obama reiteró que no apoya que se procese a los agentes de los servicios de espionaje que emplearon técnicas como el 'waterboarding' (ahogamiento simulado), pero dejó la puerta abierta a que se inicie una investigación bipartidistas en el Congreso.