La Policía Nacional ha desarticulado una organización dedicada a la falsificación y distribución de documentos falsos, que eran vendidos a inmigrantes en situación irregular para conseguir empleo o utilizados para cometer estafas bancarias. Hay once detenidos, en su mayoría de nacionalidad brasileña y española.
Entre los detenidos se encuentra el autor de las falsificaciones, un joven brasileño de 20 años, experto en informática, según informó hoy la Policía en nota de prensa. Éste disponía de una habitación alquilada en un piso de Madrid donde elaboraba los documentos, durante las noches y mediante sofisticados sistemas de diseño y con materiales de gran calidad. Se calcula que llevaban actuando aproximadamente un año y que pueden haber obtenido unos beneficios de cerca de dos millones de euros.
Las investigaciones se iniciaron en Zaragoza hace tres meses tras la detección de varias personas que vendían las falsificaciones entre ciudadanos extranjeros, procedentes de la capital. Tras una investigación muy complicada se pudo identificar al autor de los documentos, que adoptaba grandes medidas de seguridad para detectar si era vigilado.
Las averiguaciones permitieron comprobar que esta persona dirigía un grupo organizado dedicado a falsificar y distribuir documentos que vendía a inmigrantes en situación irregular, con los que aparentaban estar en situación de legalidad para conseguir trabajo.
PRÉSTAMOS NO DEVUELTOS
También cometían estafas bancarias, para lo que falsificaban documentos de identidad extranjeros y españoles, nóminas, declaraciones de IRPF y documentos mercantiles, con los que solicitaban préstamos bancarios que después no eran devueltos.
Para distribuir los documentos de identidad falsos contaban con la ayuda de varios ciudadanos brasileños, también detenidos y para llevar a cabo las estafas, con la colaboración de trabajadores de una entidad bancaria, de nacionalidad española.
Han sido detenidas once personas, ocho en Madrid y tres en Zaragoza, de nacionalidad brasileña (7), española (3) y marroquí (1), y edades comprendidas entre los 20 y los 48 años.
Además se han practicado dos registros en Madrid y dos en Zaragoza en los que se han intervenido más de 250 documentos falsos de diferentes países, un maletín con diversos útiles para elaborarlos (tintas, corchetes, plásticos, etc.), sellos de diferentes países y sociedades, más de 400 tarjetas de policarbonato con y sin chip, diverso material informático y abundante documentación relacionada con la actividad delictiva.
La operación ha sido realizada de manera conjunta por el Servicio Central de Falsedades Documentales, de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras, y la UCRIF de Zaragoza.