Más de tres millones de viviendas han sido asaltadas en España en los últimos cinco años. Desde que arrancó la crisis, el número de robos en hogares se ha incrementado en un 73%. También el número de detenidos ha aumentado en un 123%. Y sin embargo, sólo el 11% de los casos registrados durante el pasado año, acabó esclareciéndose.
La Rioja se sitúa en una posición intermedia en niveles de robos con un 0,33% de viviendas asaltadas respecto al parque total de viviendas de la región. Sin embargo, es la segunda Comunidad Autónoma donde más asaltos quedaron impunes, sólo por detrás de Madrid.
Según un estudio reciente, el 90% de los propietarios de vivienda cree que es necesario endurecer el Código Penal para este tipo de delitos y casi el 40% de las víctimas considera poco o nada útil denunciarlos a la policía. En cuanto a las medidas de seguridad más deseadas por los riojanos, la mayoría elegiría en primer lugar la alarma, seguida de otros dispositivos electrónicos como las cámaras de seguridad y los simuladores de presencia.
Aun así, son muy pocos los que utilizan estos sistemas de seguridad. Incluso muchos confiesan guardar sus objetos de valor en casa, en lugares tan peculiares como el colchón, debajo de la cama, el frigorífico, la cisterna del baño o detrás del armario.
El robo más habitual se produce en viviendas unifamiliares, en fin de semana y a plena luz del día. Los métodos más usados son forzar las ventanas, extraer el bombín o el método del 'resbalón' con radiografías o tarjetas de crédito. El coste medio de los robos asciende a 732 euros y los objetos más codiciados son el dinero, las joyas y los equipos electrónicos.