Miguel Esteban Alonso es un joven logroñés que cursa 4º de Arquitectura en la Universidad de Navarra. Junto con tres compañeros más de estudios, acaba de hacerse con el Segundo Premio Arcmedium para jóvenes arquitectos. Un galardón internacional en el que el suyo fue elegido entre los más de 250 proyectos presentados por jóvenes arquitectos y estudiantes de todo el mundo.
Se trata de una empresa de concursos internacionales que cada seis meses convoca este tipo de certámenes proponiendo una temática concreta. En esta ocasión se trataba de proyectar un centro cultural para Basilea (Suiza). Planteaban la creación de este centro como punto de referencia para una hipotética expansión urbanística posterior.
Esteban y su equipo decidieron arriesgar y plantear un proyecto algo alejado de las normas más extrictas del concurso, presentando un edificio de carácter escultórico. Y por sorpresa para ellos, su esfera reflectante consiguió hacerse con el premio. Además de los 1.500 euros en metálico que recibirán, el mayor reconocimiento será la difusión de su proyecto que se llevará a cabo en diferentes revistas y publicaciones.
El joven logroñés está contento. Aunque aun está estudiando, sabe que los premios abren muchas puertas. Tiene claro que no son tiempos fáciles para la arquitectura pero también tiene claro que “para el que se mueve siempre hay opciones”. Aun tiene por delante dos años de carrera. Volver a La Rioja sigue siendo una opción para el aunque tampoco descarta salir a trabajar fuera, “en el extranjero hay mucho trabajo, las grandes potencias emergentes están buscando jóvenes profesionales, ahora empezamos a salir desde que estamos en prácticas, es simplemente una vía más”.
En este momento, Miguel y su equipo están preparando un proyecto para otro concurso, en este caso para Estados Unidos. “Es algo mucho más complejo, se trata de buscar ideas para nuevas ciudades”, explica.