Se ha celebrado la primera reunión entre los dirigentes de Rusia y Estados Unidos para sustituir el actual Tratado de Reducción de Armas Estratégicas, que finaliza en diciembre del presente año. El próximo encuentro tendrá lugar en Ginebra entre los días 1 y 3 de junio, y los resultados obtenidos se expondrán en la cumbre Rusia-Estados Unidos que se celebrará a principios de julio en Moscú.
La delegación del gobierno ruso ha hecho declaraciones sobre el encuentro y ha afirmado que las negociaciones se han desarrollado con un espíritu constructivo y las valoran como exitosas. Barack Obama y su homólogo ruso Dimitri Medvedev empezaron a acordar desde el mes pasado la forma de reformar el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas.
Las conversaciones, que se desarrollaron entre ayer y hoy en el centro de Moscú, estuvieron lideradas por los jefes negociadores de Estados Unidos y Rusia, Rose Gottemoeller y Anatoli Antonov. Tanto Medvetev como Obama coinciden en que el nuevo tratado debe establecer una reducción de armas nucleares mayor que el que será sustituído. Por su parte, Rusia ha dicho que vinculará las conversaciones a los planes estadounidenses de establecer un sistema de defensa antimisiles en Europa, entre República Checa y Polonia.
El primer Tratado de Reducción de Armas Estratégicas, ha estado en vigor desde 1991 y hasta 2002, cuando Rusia y Estados Unidos lo firmaron asumiendo la reducción de sus cabezas nucleares a 6.000 y los vehículos para transportarlas a 1.600. El siguiente tratado adoptado, conocido como el Tratado de Moscú, termina este año y preveía la reducción hasta una cantidad comprendida entre 1.700 y 2.200.
Moscú está a la espera que Washington acepte un acuerdo que limite el número de vehículos para transportar cabezas nucleares. Mientras, aunque Washington ha dicho que el tratado tendrá en cuenta dichos vehículos, ha mostrado resistencia a la exigencia de Moscú de que las cabezas nucleares se retiren de los vehículos y se sumen a un inventario.