La promesa del maestro de la República Antoni Benaiges se cumple casi 90 años después de que lo asesinaran
El maestro Antoni Benaiges prometió un viaje al mar a sus alumnos y alumnas y pocos días después del Golpe de Estado de 1936, unos falangistas lo asesinaron antes de cumplir su promesa. Los niños y niñas no pudieron conocer el mar con el maestro que les había enseñado a soñar. 88 años después, el deseo del Antoni Benaiges se ha cumplido y este sábado un grupo de menores de la Cañada Real y de Granada disfrutaron del mar en el pueblo natal del maestro después de un viaje por la memoria y la dignidad de tantos maestros y maestras asesinados por el franquismo.
'El maestro que prometió el mar' llevó al cine la historia Antoni Benaiges en la escuela rural de Bañuelos de Bureba, en Burgos. Cuando Carlos Díez, un profesor de Historia en Madrid, vio la película tuvo claro que el mejor homenaje que se le podía hacer al maestro -y a tantos otros que fueron asesinados- era cumplir lo que él no pudo y llevar a los niños a conocer el mar.
Así que se puso en contacto con la Asociación Escuela Benaiges que trabaja para mantener el espíritu de la escuela de Bañuelos de Bureba y el legado del maestro y, junto a su compañera Teresa, empezaron a preparar la que se ha llamado 'Misión Benaiges', para la que se lanzó un crowdfunding y a la que se han sumado numerosas asociaciones e instituciones públicas.
90 años después, muchos niños y niñas siguen sin conocer el mar
Lo siguiente fue elegir a los niños y niñas que cumplirían la misión. Casi 90 años después, sigue habiendo niños y niñas que nunca han visto el mar “o que sí lo han visto, pero no lo han podido disfrutar como debería hacerlo cualquier niño”, explica Carlos Díez. El grupo de 28 chicos y chicas de entre 8 y 13 años está formado por 18 que viven en el Sector 6 de la Cañada Real, con quienes trabaja la asociación Tabadol, y otros 10 de una barriada del Norte de Granada a través de la Asociación María de Borja. “Son niños y niñas que se encuentra en una situación de vulneración de derechos, porque este viaje es una acción a la que tienen pleno derecho”, defiende el que ha sido su maestro estos días.
A lo largo de una semana, estos 28 niños y niñas se han convertido en los alumnos y alumnas de Antoni Benaiges y no solo han llegado al mar este lunes 8 de junio, sino que lo han conseguido a través del mismo viaje que coartó la sublevación franquista en 1936. La Misión Benaiges partió de Bañuelos de Bureba y ha terminado en Mont-roig del Camp (Tarragona), el pueblo natal del maestro.
A lo largo de todo el trayecto, se ha combinado el aprendizaje y la memoria con la diversión. “Por su edad, no han estudiado todavía en profundidad este periodo de la historia pero están captando muy bien lo que ocurrió, sobre todo en el plano emocional, cuando oyen las historias personales de boca de familiares de fusilados”, explicaba Carlos Díez durante el viaje. Además, una de las primeras actividades fue ver la película 'El maestro que prometió el mar' en la propia Escuela Benaiges y ahí surgieron las primeras dudas. “¿Por qué? ¿Por qué mataron a ese maestro que no había hecho nada malo?”, eran las preguntas más repetidas. “Les explicamos de forma adaptada a su edad cómo fue esa tragedia iniciada por una sublevación contra la República y en la que los maestros y maestras fueron las primera víctimas de esa represión tan feroz”.
Los porqués desde la ingenuidad infantil contienen una verdad casi absoluta
La Misión Benaiges llega a La Barranca
Entre los lugares de memoria que han conocido los niños.y niñas en esta semana, el miércoles por la noche llegaron a Logroño y el jueves empezaron el día en el Memorial La Barranca y allí volvieron los porqués al escuchar las historias de los familiares que acudieron a la visita y al ver cómo entre los nombres de quienes yacen en este cementerio civil había personas muy jóvenes, casi de su edad. “Esos porqués desde la ingenuidad infantil que contienen una verdad casi absoluta”, apunta Chema Andrés, miembro de La Barranca.
“Teníamos cierta preocupación porque era el primer grupo con niños tan pequeños que había venido, había inquietud por saber qué transmitir y cómo hacerlo”, explica. Sin embargo, “tuvieron un comportamiento sorprendente y escucharon con mucha atención, en silencio y con respeto pero también haciendo muchas preguntas”. Lo que ocurrió en La Barranca “fue un momento mágico”, asegura el profesor Carlos Díez y confirma Chema Andrés. Para la asociación, esta visita ha supuesto reforzar su objetivo de hacer memoria y dignificar a los asesinados para que no vuelva a ocurrir nunca nada parecido y esperan que la misión continúe y crezca para que cada vez sean más niños y niñas los que tengan la oportunidad de conocer la historia.
La Misión Benaiges siguió después hacia el mar y ha parado también en Sartaguda, donde conoceron el Parque de la Memoria, en Maella, en Mont-roig del Camp, donde visitaron la casa familiar de Benaiges y en Cambrils, con un homenaje al maestro Sidonio Pintado. A lo largo de esta semana, también han disfrutado de actividades deportivas, teatro, parque de atracciones y, por supuesto, del mar.
El espíritu del maestro ha estado presente a lo largo de todo el viaje. Antoni Benaiges enseñó a su alumnado cómo funcionaba la imprenta y así, publicaron sus propios cuadernos. También los niños y niñas de la 'Misión Benaiges' han tenido unos cuadernos similares a los que crearon antes de 1936 en Bañuelos de Bureba y, cada noche, en los “Ratitos Benaiges” han podido completarlos expresando, a través de la escritura o el dibujo, lo que han ido sintiendo. No sabemos si su maestro, Carlos Díez, habrá hecho también el suyo pero sí ha desvelado lo que siente: “Creo mucho en la educación pública, laica y experimental. Con 62 años y más de 35 años trabajando como profesor de Historia, ha supuesto una satisfacción total, una invitación al optimismo y a que las cosas son posibles”. Es posible hacer memoria, dignificar a los maestros y maestras represaliados y que todos los niños y niñas puedan disfrutar del mar.
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