No todo iba a ser ganar. Las noches de vino y rosas no son eternas. La racha de la UD Logroñés se ha truncado en un estadio que se antojaba difícil y la conquista del reino se ha quedado sólo en intentona. Empate y gracias. Camochu salvó un punto en un partido que se complicó nada más comenzar. La Cultural llegó a la cita a la hora y los blanquirrojos aparecieron tarde. Olían bien, se habían arreglado y tenían hechuras de líder, pero la puntualidad manda. Un cabezazo de Tejedor marcó el partido y la tarde se convirtió en una lucha contracorriente en la que todo valía. No había florituras sino una anodina situación que los pupilos de Carlos Pouso no sabían reconducir. Al menos, salvaron los muebles. Mantuvieron el liderato, pese a la poca importancia que se le da a este desde el vestuario.
Hasta el Reino de León viajaron más de doscientos aficionados blanquirrojos. En el primer desplazamiento masivo de la temporada, se encontraron con un encuentro que no se esperaban dentro de una orgía de puntos irrepetible. Entre ellos estaba Andrés. Era la primera vez que viajaba para ver a su equipo. El embrujo de Pouso y la buena marcha de la UD Logroñés le empujaron a desplazarse. Se enfundó su camiseta a primera hora de la mañana y se encomendó al técnico vasco. “Este año, sí”. Nada más llegar a León se fue hasta el Barrio Húmedo, tomado por camisetas blanquirrojas desde el mediodía, y disfrutó del domingo. Para nada se imaginaba la tarde de fútbol que le iba a deparar su equipo.
No fue culpa suya. En realidad no fue culpa de nadie. También fue culpa de todos. Tejedor rompió la imbatibilidad que Miguel Martínez de Corta mantenía desde que Linares le marcó hace casi un mes y por el camino se llevó las ilusiones de cuantos aficionados se encontraban en la grada del otrora llamado Antonio Amilivia. Andrés observaba la situación atónito. No podía creérselo. Apenas había tomado sitio en el graderío y su equipo ya perdía. La vida no es de color de rosa, pensaba, aunque sea Pouso quien la pinte. Iker Alegre no andaba fino, Menudo era una isla y Amaro no conectaba. Desastre generalizado.
La cita comenzó tarde para la UD Logroñés. Pensaba que le iban a esperar, pero se equivocaba. Tuvo que pedir disculpas. Volvieron a funcionar los cambios. Siempre los cambios. Entraron Joel Valencia por Moisés García y Camochu por Álex Santelices, y de las botas de esos dos jugadores salió el gol que sirve para mantener al conjunto riojano en lo más alto de la tabla. Suma y sigue. No gana, pero no pierde. Importante matiz que distingue a los equipos campeones del resto. El punto de León es de esos que consigue ascensos. La pelotita no para de entrar. El delantero asturiano remató un balón que le puso su compañero más mediático, el ecuatoriano Joel Valencia, y lo picó donde Diego Calzado no podía llegar. Quizás en demasía, porque el cuero entró lento. Despacio. Un recorrido interminable que buscaba mantener a flote un barco que encallaba a trescientos kilómetros de casa.
Los pinchos, las cervezas y el buen ambiente le compensaron a Andrés no volver a Logroño con los tres puntos debajo del brazo, pese a que en el viaje de vuelta la niebla le terminara por amargar un domingo que se torció en el minuto tres de un partido que, antes de empezar, ya se miraba con recelo. Tejedor, Camochu y Andrés. Fue su domingo. Poco o nada más hubo, pero en esa inconsistencia futbolísticas se salvó un liderato que se antojaba perdido a falta de segundos para que el colegiado pitara el final. Es el fútbol.
FICHA
Cultural Leonesa: Diego Calzado; Iván González (Santi Santos, min. 59), Pérez, Tejedor, Villarejo; Tornero (Borja, min. 77), Bardal, Kamal, Víctor; Gonzalo (Diego Peláez, min. 78), Aketxe.
UD Logroñés: Miguel Martínez de Corta; Gago, Moisés García, Santelices (Camochu, min. 64), Sergio Martínez (Goñi, min.79); Titi, Julio Rico, Antonio Amaro (Joel Valencia, min. 57), Jacobo Trigo, Iker Alegre; Menudo.
Goles: 1-0, Tejedor (min. 3); 1-1, Camochu (min. 88).
Árbitro: López Rodríguez (Comité gallego). Ha amonestado a Álex Santelices, Joel Valencia, Camochu, Gago e Iker Alegre, por parte de la UD Logroñés; y a Kamal, Garrido, Juan Bardal y Tejedor, por parte de la CyD Leonesa.
Incidencias: 2.000 espectadores en el Reino de León, con más de doscientos procedentes desde Logroño.