Rajoy revela su programa electoral

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En vistas de que en apenas mes y medio Zapatero dé un paso adelante y anuncie las tan esperadas elecciones generales para mediados de otoño, los colaboradores de Mariano Rajoy dejan entrever cuáles serán las líneas maestras del presidente del PP. La estrategia a seguir será la misma que hasta ahora. Mientras no sea necesario, Rajoy guardará silencio y llegado el momento hablará de su plan de ajuste económico que supera los recortes y medidas de impacto que ha venido aprobando el gabinete del presidente Zapatero desde mayo de 2010.

Rajoy se ha puesto en el peor de los escenarios

. Sabe que cualquier medida antisocial adoptada por el Partido Popular toda vez que alcance el poder a nivel nacional será contestada por una gran parte del electorado de izquierdas ahora descontento y despolitizado por la ineficacia y la falta de resultados del plan de choque del actual gobierno socialista.

Por eso, los estrategas del Partido Popular, según la agencia internacional Reuters, han previsto huelgas generales y protestas con un seguimiento más o menos masivo durante el primer año de legislatura popular. La principal convicción que moverá al PP será la de recuperar la confianza de los mercados, dejar atrás las turbulencias financieras y generar inversión y, en definitiva, empleo en nuestro país.

En líneas generales, los populares no cambiarán el rumbo de las medidas que ha adoptado Zapatero junto a Salgado en este último tramo de legislatura, sino que darán un paso más por ejemplo en el polémico contrato flexible que, al final, permita a las empresas contratar y despedir con mayor margen de maniobra. Igualmente, en el capítulo del empleo, el PP se centrará en las Pymes, a las que ayudará con estímulos de contratación y rebajará su carga impositiva.

Según los colaboradores del PP, Rajoy deberá pensarse muy bien a quién coloca en el Gobierno. El presidente nacional de los populares, de momento, no tiene in mente colocar al frente de los grandes asuntos a políticos, sino a tecnócratas, es decir, especialistas que sepan lo que se traen entre manos. Economía, Exteriores o Trabajo irían a parar a manos de desconocidos e independientes. El resto de carteras sí serían premios más o menos políticos dentro de las filas de su partido. Es probable que algún presidente autonómico salte al escenario nacional y se produzcan relevos.

En este sentido, en el de formar gobierno, una de las metas de Rajoy es acelerar la rebaja del déficit marcada por Bruselas y que el presidente Zapatero viene esforzándose por ajustar. El PP tiene la intención de conseguir un descenso mayor en menor tiempo y presentarlo como una baza en un primer año duro de gobierno.

Pero, sin duda, uno de los aspectos más discutidos será el de los servicios públicos, el PP tiene prácticamente cerrado el programa de recortes en el sistema de la sanidad público, también en educación e incluso en pensiones. Este último fue muy criticado durante este último tramo de legislatura y uno de los recortes que a Zapatero más le costó decidir. El Partido Popular ahondaría aún más en ellos lo mismo que en determinados servicios de la Sanidad que pasarían a dejar de formar parte de lo público.

Todo ello depende ahora, paradójicamente, no del PP sino de Zapatero. A la vuelta de sus (no) vacaciones, decidirá el adelanto electoral. La débil recuperación económica, las cifras de paro maquilladas por la temporada estival y algún indicador de la economía que apunte a una mejora serán motivos suficientes para hacer recaer todo el peso del PSOE sobre Rubalcaba.