El restaurante riojano Venta Moncalvillo, con una estrella Michelin, ha denunciado públicamente -a través de sus redes sociales- una situación que afecta de manera habitual al sector de la hostelería.
Muchos restaurantes requieren una reserva muy anticipada para poder asegurarse su mesa. Así lo habían hecho unos clientes de la Venta Moncalvillo, pero tras confirmar y reconfirmar su reserva, no acudieron al restaurante y su mesa quedó vacía. En Venta Moncalvillo hay una lista de espera por si alguien cancela, pero en esta ocasión quienes estaban en ella no pudieron acudir. En conclusión, un servicio del que mucha gente espera disfrutar con una mesa sin ocupar.
Los responsables de Venta Moncalvillo cuentan que esta situación sucede habitualmente en días festivos y puentes y reflexionan sobre qué medidas se deberían llevar a cabo. Se preguntan, por ejemplo, por la posibilidad de cobrar reserva para asegurar las mesas o si la hostelería debe poner en marcha medidas conjuntas “para evitar que este tipo de situaciones mermennuestra sostenibilidad económica y generen desilusión y malestar”.
La denuncia ha despertado muestras de compresión y comprensión, demostrando que no es el único lugar en el que ocurre. El restaurante Ajo Negro de la capital riojana, por ejemplo, ha expuesto que durante la noche del viernes 1 de noviembre falló una mesa de 11 comensales. Además, ambos restaurantes coinciden en que esas personas ni siquiera cogen el teléfono para dar explicaciones.
Esther Álvarez, del restaurante Alameda de Fuenmayor, considera respecto al cobro por reserva que “tendremos que tomar ese camino y todo será más fácil” y La Chispa Adecuada apuesta por desarrollar medidas conjuntas en el sector de la hostelería. El director de sala del restaurante de Marqués del Riscal, Francisco Javier Bazán, apunta que no se debe normalizar esta situación y añade: “si entre todos hiciéramos listas negras seguro que a este tipo de personas se les acaba el chollo”.