El candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, asegura en una entrevista que su proyecto “es para cuatro años, gane o pierda las elecciones”. En una entrevista que hoy publica El Periódico de Catalunya, el candidato repasa sus propuestas con relación a la crisis económica, su proyecto político de futuro, así como sobre el nacionalismo catalán y el fin del terrorismo. Sobre la posibilidad de optar a la secretaría general del PSOE asegura: “Soy muy respetuoso con mi partido y con sus mecanismos de decisión”.
Rubalcaba puntualiza que si ha aceptado el reto de encabezar la candidatura socialista para el 20N no es solo “para pasar la valla de las elecciones”, sino para los próximos cuatro años. Con relación a la crisis económica y a la política europea afirma: “Europa tiene que pensar en la reactivación económica, porque sólo con políticas de austeridad no saldremos de la crisis”.
En su opinión la canciller alemana Ángela Merkel “debe pensar que si España no crece, Alemania no vende”.
El candidato reconoce que el sistema financiero español aún no ha absorbido toda la burbuja inmobiliaria, “pero lo está haciendo: de 45 cajas hemos pasado a un tercio, y bancarizadas. Es probable -considera- que el proceso de concentración siga con los bancos”.
Alfredo Pérez Rubalcaba reconoce que si con la reforma del Estatut pretendían arreglar el problema del encaje de Cataluña en España deben que asumir que no lo han logrado del todo. “En Cataluña -opina- se ha instalado un sentimiento de frustración muy difícil de combatir, fruto de la diferencia entre las expectativas políticas y la realidad. Y, además, en algunos sectores de la derecha de muchas comunidades se detecta una mayor incomodidad con Cataluña”.
En cuanto al fin del terrorismo y los pasos a dar se niega a adelantar acontecimientos y deja el asunto en manos del nuevo Gobierno en aras de la unidad y advierte que acabar con ETA no significa la desaparición del independentismo vasco. “Quienes no estemos de acuerdo con el independentismo tendremos que combatirlo con instrumentos de la democracia: la palabra, el razonamiento y la convicción”, asegura.