“Esto se traduce, por un lado, -precisa- en el empeoramiento y agravamiento del asma, en la posibilidad de dañar los pulmones, en el incremento de absentismo laboral y escolar, y en el aumento de los ingresos en urgencias”.
“Muchos enfermos tras el diagnóstico nos encontramos en una situación de desamparo –explica-. Nos han detectado correctamente la enfermedad que sufrimos y nos han prescrito un tratamiento. Sin embargo, muchos de nosotros no sabemos como vivir con esta enfermedad y ni tan siquiera conocemos cómo utilizar los inhaladores de forma correcta. De forma que no cumplimos el tratamiento e incluso seguimos aceptando los síntomas y las limitaciones en la vida diaria que la enfermedad conlleva”.
Por este motivo una de las principales reivindicaciones de la FENAER es estar en la Cartera de Servicios en Primaria, con la creación de Unidades de Cuidados Respiratorios en los centros de atención primaria. “Es fundamental –subraya la vicepresidenta de la Federación- contar con un equipo multidisciplinar que nos apoye en nuestro día a día con la enfermedad mediante la información y la formación, piezas claves, según han puesto de relieve organismos nacionales e internacionales, en el control del asma”.
“Desde estas Unidades –añade- se podría garantizar la atención individualizada a cada paciente. Se le deben explicar como manejar la enfermedad ajustada a sus necesidades (inhaladores), programar las revisiones periódicas que necesite, enseñarle a identificar cuando está sufriendo una crisis y que tratamiento debe tomar, promover el cumplimento aunque se sienta mejor, y en general, apoyarle en todas las dudas que surjan. El asma no termina con la prescripción ya que es más importante la labor que se desarrolla a continuación. El asma es una responsabilidad del paciente y los profesionales sanitarios”.
Según datos que maneja esta Federación, se podrían reducir hasta el 40% los costes sanitarios asociados al asma con la creación de este tipo de unidades. En Europa, se estima que el coste total del asma supera los 17 billones de euros al año. Los costes están asociados a las pérdidas de días laborales, consumo de medicamentos y cuidados ambulatorios.
Junto con estas unidades, la FENAER reclama la reducción de las listas de espera para acudir al especialista. En la actualidad se sitúan en más de 120 días. “Una persona con un asma que le impide respirar y realizar muchas de las actividades diarias no debería esperar”, destaca Mª Victoria Palomares, “casi cuatro meses para acudir al especialista”.
El asma afecta aproximadamente al 8% de la población y cada año aumentan las cifras de esta enfermedad crónica. De hecho, en los últimos veinte años se han duplicado los casos de asma, sobre todo en la infancia. El humo del tabaco y el exceso de higiene junto con la contaminación y los cambios climáticos (falta de lluvia o variación en la temperatura) siguen siendo las principales causas de esta enfermedad. El asma es una enfermedad inflamatoria crónica de los bronquios. Los principales síntomas son: tos, opresión en el pecho, falta de aire y respiración sibilante.