Existen numerosos indicios de una relación entre los tatuajes y la hepatitis C (HCV, por sus siglas en inglés), aunque nunca se han confirmado del todo. La relación se complicaba por la posible concurrencia de otros factores de riesgo asociados, por prejuicio, a las personas tatuadas, como consumo de drogas por vía intravenosa.
Ahora, un nuevo trabajo presentado en el encuentro científico avala la asociación entre HCV y tatuajes. “Dado lo difícil que parecía probarla, nos extrañó la fuerte relación entre ambas cosas”, explica Edmun Bini, uno de los autores.
En el estudio se reclutaron casi 4.000 personas (3.871). Entre los pacientes con infección conocida por el virus de la hepatitis C, la probabilidad de tener un tatuaje o más era claramente mayor que en el resto de personas.
Los casos de pacientes con tatuajes y, además, otros factores de riesgo tradicionales, se excluyeron para que no influyeran en los resultados. De acuerdo con las conclusiones del estudio, basta llevar un tatuaje para tener un riesgo de infección tres veces mayor que el de cualquier otra persona.
Los científicos concluyen que todos los pacientes que se hayan hecho tatuajes deberían someterse a una prueba de detección del virus. “Resulta de gran ayuda identificar a los pacientes a tiempo para tratarles cuanto antes”, añade Bini.