Signos de alarma

Rioja2

0

El niño presenta comportamientos que a la familia le resultan intolerables o imposibles de afrontar o que repercuten negativamente en el resto de la familia.

El niño se muestra triste, deprimido, aislado y detectamos que está sufriendo pasado un tiempo razonable de convivencia.

El niño presenta problemas con la alimentación: problemas para masticar y tragar alimentos sólidos, apetito desmedido, dificultades para identificar la sensación de saciedad, dificultades para aceptar los nuevos alimentos.

El niño presenta problemas de sueño: como dificultades para conciliar el sueño, pesadillas, terrores nocturnos, insomnio, hipersomnia o sueno intranquilo.

El niño tiene dificultades escolares que en el colegio no saben abordar.

Por supuesto, en los primeros años, el niño debe realizar subsecuentes visitas de seguimiento donde se controlarán los aspectos patológicos, si los hubiera, tanto físicos como psicológicos, crecimiento, vacunación y adaptación al nuevo hogar. “En ellos el pediatra de Atención Primaria será el actor y coordinador derivando al niño a otros profesionales sólo si fuera necesario”, explica el doctor Ruiz-Canela.