Un golpe de autoridad para sentenciar la salvación matemática. Eso es lo que buscará el Logroñés en la tarde de este domingo (18.00 horas, Digital Plus Canal 97 o internet) en El Alcoraz ante el Huesca. El conjunto blanquirrojo, que lleva sin ganar a domicilio desde el pasado 9 de marzo en Palencia (1-3) confía en reservar una plaza en la categoría de bronce a falta de tres semanas para el final del curso regular.
Ganar en Huesca es complicado, pero ahora parece más fácil que nunca. El bloque oscense parece que tiene vértigo al éxito. Así, cinco semanas sin ganar y un gol en los últimos 450 minutos disputados, han permitido que la clasificación de la zona alta de la tabla se comprima.
Pero si el Huesca no vive su mejor momento, el Logroñés atraviesa uno de sus más críticos. No por juego ni por resultados, sino por el número de efectivos con que contará Abadía para el choque de El Alcoraz. A las bajas de Cyril, Santamaría y Miguel por problemas físicos se han unido las de los sancionados Negredo, Tomi y Eneko con lo que sólo serán 13 los jugadores con que viaje el de Binéfar hasta Huesca.
Con Ubis en punta como único delantero, la duda está en saber quien acompañara a Raúl Heras (si Abadía no decide dar entrada al Logroñés en sustitución de Stef) en el banquillo. Omar, recientemente recuperado de su lesión, se perfila como único cambio de un equipo que formaría en defensa con Campos, Galiano, Raúl García y Machote, con Jaume y Candelas como organizadores, Gallego y Zeki en las bandas, José en la media punta y Ubis como referente ofensivo.
Con esos mimbres tratará de sorprender Abadía en un partido en el que el Huesca pierde a los sancionados Sorribas y Eduardo y en el que habrá ambiente de gala. Se prevé una de las mejores entradas de la temporada en el campo azulgrana y en la grada está prevista la presencia de ojeadores de Primera (Villarreal, Osasuna y Sevilla) y Segunda división (Real Sociedad, Cádiz y Castellón).