La intervención de la comunidad internacional en Darfur, una de las zonas más peligrosas de Sudán, ha recibido un duro golpe el pasado lunes. Un ataque contra los soldados que forman la Misión Mixta de la Unión Africana y Naciones Unidas en Darfur (UNAMID), que protegían a ingenieros civiles, ha acabado con la muerte de tres cascos azules y un miembro de la misión herido.
El ataque se produjo en la región de Jebel Marra, en Darfur Occidental, cuando más de 20 asaltantes abrieron fuego contra los cascos azules. Además, en la batalla que duró casi una hora, tres de los atacantes murieron y el resto huyó en un vehículo robado.
En un comunicado, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, deploró esos ataques e instó al gobierno de Sudán a que continúe esforzándose por detener a los perpetradores y llevarlos ante la justicia.
Por otra parte, el Representante Especial Adjunto de UNAMID, Mohamed Yonis, expresó indignación ante el cobarde acto de violencia y alabó el valor de los cascos azules.
Además, Yonis agregó que la Misión no se dejará intimidar. “Continuaremos desempeñando nuestro mandato que es llevar paz y seguridad al pueblo de Darfur”. El representante también señaló que cualquier ataque contra los cascos azules constituye un crimen de guerra.
Contando este ataque, desde que fue establecida la Misión en 2007, 27 de sus integrantes (24 militares y 3 policías) han perdido la vida cumpliendo su deber.