El Juzgado de lo Penal número dos ha condenado a un joven de 27 años a un año y medio de cárcel, y 3.090 euros de indemnización, por un delito de agresión sexual, ya que intentó llevarse a una joven conocida a su coche, a la fuerza, para tener relaciones sexuales. El acusado no lo consiguió porque otro chico lo impidió.
La sentencia considera probado que el acusado, V.F.V., sobre las 6,00 horas del 7 de septiembre, se encontró en un bar con una chica con quien con anterioridad había tenido un encuentro íntimo. Allí, charlaron y se besaron primero dentro del bar y luego fuera.
En un momento dado, ella dijo que quería parar, y volver a entrar en el bar, pero él quería mantener relaciones sexuales con ella, por lo que empezó a insistir, empujándola suavemente primero, y luego cogiéndole de las muñecas y brazos.
Al decirle ésta que le soltara, y como empezó a chillar, él le llevó a la calle donde tenía estacionado el coche, pero no por la calle principal, sino por detrás de unos edificios donde casi no había gente.
Por el camino, ella le suplicaba que le soltase, e incluso llegó a agarrarse a unas vallas. A empujones la intentó meter en la parte trasera de su todoterreno, pero no lo logró porque otro joven, que escuchó los gritos, lo evitó, diciéndole a voces al acusado si no le daba vergüenza.
La chica se fue corriendo. Después, el le llamó al móvil, intentando pedir perdón, y lo cogió una amiga que se encontraba con la chica. La víctima tuvo lesiones que curaron sin secuelas.
Para la jueza, los hechos son constitutivos de un delito de agresión sexual. No obstante, le absuelve del delito de detención ilegal, en grado de tentativa, que le imputaba la acusación, ya que, explica, esta delito se caracteriza por la detención o encierro de una persona a la que se priva de libertad.
La sentencia prohíbe al acusado acercarse a la víctima, o comunicarse con ella, en cinco años. Además, como autor de una falta de lesiones le impone una multa de 150 euros.