Un rey del disfraz

Rioja2

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El parásito intestinal Giardia lamblia altera su aspecto para engañar al sistema inmune. Después de una búsqueda de 20 años, experimentos realizados por Hugo D. Luján, del Instituto Médico Howard Hughes, revelan cómo cambia su aspecto este parásito.

Los descubrimientos, publicados en la revista 'Nature', son un primer paso hacia el desarrollo de vacunas contra Giardia y otros patógenos que cambian sus cubiertas externas como estrategia de defensa, según ha explicado Luján, que ha desarrollado su trabajo en la Universidad Católica de Córdoba, en Argentina. Actualmente, no existe una vacuna que proteja contra la infección por Giardia, que es una causa importante de diarrea en gran parte del mundo.

La Organización Mundial de la Salud estima que más de 200 millones de personas contraen Giardia cada año. El parásito, que se disemina a través de heces que se encuentran en el suelo o el agua, puede persistir como quiste microscópico durante meses o años. Las infecciones por Giardia también pueden durar meses, dado que el parásito ha desarrollado una astuta defensa para evadir al sistema inmune humano.

Luján ha estado intentando entender el sistema de defensa del parásito desde los años 90, cuando trabajó en el laboratorio de Theodore Nash en los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos. En 1998, Nash descubrió que Giardia cambia moléculas claves de su superficie, mediante un proceso llamado variación antigénica. Nash descubrió que a medida que el sistema inmune humano aprende a identificar y atacar a Giardia, el parásito exhibe una molécula nueva, o antígeno, en su superficie. Esta modificación confunde al sistema inmune y hace que el parásito le sea “invisible”.

Actualmente, el investigador está trabajando en una serie de experimentos para averiguar si cepas de Giardia alteradas genéticamente que exhiben muchos antígenos de superficie se podrían utilizar para hacer una vacuna que ayudaría al sistema inmune a identificar los muchos 'disfraces' del parásito.