Unión, Progreso y Democracia (UPyD) ha llevado a los tribunales a Caja Rioja, a sus consejeros y al personal directivo para “depurar responsabilidades” después de la “desaparición” del capital que aportó esta entidad a Bankia: más de 150 millones de euros.
La denuncia ha sido presentada hoy en rueda de prensa por el responsable de Regeneración Democrática de UPyD y abogado, Andrés Herzog, junto al coordinador de UPyD en La Rioja, Emilio Sáez de Guinoa. El objetivo de UPyD es desentrañar toda la gestión de Caja Rioja hasta llegar al 9 de mayo de 2012: fecha en la que “lo pierde todo”, después de haber aportado 3.750 millones de activos bancarios, lo que supone más de 150 millones de euros o, lo que es lo mismo, ha destacado Herzog, “el veinte por ciento del presupuesto de La Rioja”.
Sin querer, aún, entrar en nombres propios, UPyD ha concretado que la denuncia se presenta contra alrededor de 35 personas, haciendo especial hincapié en quienes fueron consejeros de Caja Rioja Preferentes y bajo la premisa de que “si hay una estafa tiene que haber estafadores”.
UPyD les acusa de estafa, apropiación indebida y publicidad engañosa. Herzog ha apuntado que había consejeros, en La Rioja, que tenían dietas de 50.000 euros, y esta es una de las pruebas que se aporta a la causa. En cuanto a si había tarjetas opacas, es una de las cuestiones que se pide investigar.
“En UPyD tenemos que hacer el trabajo que no hacen los fiscales”, ha dicho el abogado de la formación política. El camino emprendido hoy en La Rioja, ha dicho, es el que también se ha emprendido en Caja Segovia o en Caja Burgos.
Ha apuntado, además, a “no olvidar” que se trata de “defender el interés general” y, en este sentido, ha señalado que el rescate bancario ha supuesto “el doble que los recortes”. Así, Sáez de Guinoa ha considerado que “cada euro” que se pierde por la corrupción y la mala gestión supone que los ciudadanos no sean “atendidos en Urgencias” y “nuestros hijos no reciban una educación adecuada”.
Por tanto, ha considerado necesario que “se depuren responsabilidades” porque el dinero “no se crea ni se destruye” y lo sucedido en Caja Rioja es “como si hubieran entrado en la casa de todos los riojanos”.