Los cinco sindicatos mayoritarios en Francia han convocado para el día de hoy paros en los transportes (trenes y aviones) y en las escuelas para protestar contra la propuesta del Gobierno de cambiar la edad de jubilación de los 60 a los 62 años. La jornada de huelgas coincide con la presentación en el Parlamento de la reforma del sistema de pensiones.
La reforma tiene como fin, al igual que ocurre en España, asegurar el equilibrio del sistema de pensiones de aquí a unos años, en concreto en 2018.
Entre los cambios, se incluye la propuesta de cambiar la edad legal de jubilación de los 60 años actuales a los 62. El cambio no se producirá de manera radical, sino progresivamente: a partir de julio de 2011 se empezará a ampliar en cuatro meses la edad de jubilación, hasta alcanzar los 62 años en 2018, tal como informa Le Monde. Sin embargo, en lo que se refiere a la jubilación cobrando el 100% de la prestación, el Gobierno prevé pasar la edad para dejar de trabajar de los 65 a los 67 años.
Por otra parte, la tasa de cotización de los trabajadores públicos irá siendo igualada poco a poco a la de los trabajadores privados de aquí a 2020 y los funcionarios perderán su derecho a retirarse después de 15 años si tienen tres hijos. Finalmente, Le Monde también recoge la idea del Gobierno de aumentar los impuestos sobre ciertos bienes para aumentar su nivel de ingresos.
En contrapartida, se podría avanzar la edad de retiro para las personas que comenzaron a trabajar entre los 14 y los 16 años y para las que padezcan una incapacidad de más del 20% como consecuencia de enfermedad laboral.
Seguimiento del paro
Los primeros datos sobre el seguimiento de la huelga hablan de una mayor incidencia entre los funcionarios de la educación, mientras que el sector transporte ha registrado menos participación. Dentro de la urbe parisina no se han notado prácticamente los efectos ni en el metro ni en los autobuses, sino que han sido los trenes de cercanías y de largo recorrido los que han sufrido una mayor incidencia de la huelga.
Los trenes de alta velocidad mantenían su servicio en dos de cada cinco convoyes y en el caso del resto de trenes de largo recorrido eran uno de cada cuatro. El Eurostar, el tren que une París con Londres, no sufría ningún problema, pero en los Thalys, que se dirigen a otras ciudades europeas cercanas, solo trabajaba uno de cada cinco trenes. En cuanto al transporte aéreo, se había pedido suspender una cuarta parte de los vuelos. Pero la compañía Air France apuntaba a que los vuelos de corto y medio alcance se verán reducidos en el día de hoy al 50% en el aeropuerto de Orly y al 90% en Charles de Gaulle, aunque los de largo alcance no se verán afectados.
Las encuestas recientemente publicadas revelan que dos tercios de la población está en contra de esta reforma, que consideran “injusta”. Para el líder del sindicato CGT, Bernard Thibault, la jornada de huelga podría representar una “oportunidad excepcional” para hacer al Gobierno recular en sus intenciones. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, declaró que su Gobierno estaría dispuesto a hacer algunas concesiones, aunque no sobre la cuestión más polémica, la de la edad mínima de jubilación. A pesar de ello, los sondeos también hablan de que el 65% de los franceses creen que esta huelga no tendrá ningún efecto sobre los planes del gobierno.
Además, se han convocado más de 200 manifestaciones por todo el país con las que los sindicatos pretenden reunir a más de dos millones de participantes, para superar así la cifra de anteriores concentraciones.