La localidad de Soto en Cameros celebrará los días 27 y 28 de junio una nueva edición de la Feria de la Trufa, la número once, que contará con un programa centrado en la venta de productos, degustaciones y rutas guiadas.
El director general de Calidad Ambiental, José María Infante, y el alcalde de Soto en Cameros, Pedro Cristóbal, han presentado la cita, con la que se pretende acercar al público el atractivo gastronómico de este producto de calidad, además de ofrecer distintas propuestas de ocio y tiempo libre.
“El objetivo -ha señalado Infante- es promocionar un recurso natural que tiene especial trascendencia en la economía y el turismo de la Reserva de la Biosfera, dado que proporciona una alternativa económica en el medio rural riojano, además de contribuir a la conservación y protección del medio ambiente en la región”.
Precisamente, el programa que se ha diseñado para la ocasión pretende mostrar las numerosas posibilidades culinarias de este producto. Para ello, se ha organizado una degustación de huevos fritos trufados con boletus y un guiso camerano trufado, así como una demostración en directo por parte de los cocineros del Cooking Team.
La oferta se completa con la tradicional venta y exposición de trufas y otros productos de la Reserva de la Biosfera (embutidos, quesos, dulces o aceite de oliva) y el mercado de artesanía.
Infante ha subrayado que “el apartado lúdico de esta cita incorpora como novedad una ruta guiada por la Ruta del Silencio de Trevijano, que se añade a la habitual marcha senderista por el cañón del río Leza o la visita guiada por la localidad serrana”.
Además se mantiene la habitual demostración de búsqueda de trufa con perros adiestrados, que suele despertar especial interés entre vecinos y visitantes. Por otra parte, también se organiza por primera vez una sesión de relatos relacionados con la historia y el erotismo ligado a la trufa, a cargo del grupo Zarándula.
También, a lo largo de las dos jornadas de la feria se podrá disfrutar de tapas y menús que incluyen sugerentes propuestas con productos trufados.
Alternativa económica
El Gobierno de La Rioja impulsó la introducción del cultivo de la trufa en la sierra riojana y, en especial, en la Reserva de la Biosfera con el propósito de proporcionar una alternativa económica en los núcleos rurales, diversificar la producción agraria y contribuir al crecimiento de los pueblos de montaña.
Asimismo, como ha resaltado el director general de Calidad Ambiental, “este recurso natural aporta beneficios medioambientales ya que ayuda a la conservación de la superficie forestal en la comunidad autónoma”.
Ha recordado que, durante los últimos diez años, se han invertido más de 300.000 euros para recuperar 80 truferas naturales y se han acondicionado 14 plantaciones experimentales, que ocupan una superficie de 17 hectáreas en 12 municipios riojanos de la Reserva de la Biosfera.
Por último, también se ha prestado asesoramiento a más de 300 propietarios sobre la idoneidad de los terrenos para estos cultivos y las labores que son necesarias para su correcto mantenimiento.