Un cartel en la puerta del madrileño parque de Fuente del Berro anunciaba el cierre temporal del recinto para “efectuar trabajos de control de especies invasoras”. El Ayuntamiento de Madrid ya anunció en octubre de 2019 que reduciría la población de las cotorras que llenan los parques de la capital por ejercer “un efecto muy negativo sobre la diversidad”. Lo haría, según informó entonces, de una manera ética. La realidad es distinta. La empresa Matinsa y Dypsa, ganadora de la licitación publicada por el Ayuntamiento de Almeida, se está deshaciendo de ellas a tiros.
En un vídeo grabado y difundido por una vecina del barrio de Salamanca y que ha compartido el partido animalista PACMA, se aprecia como dos hombres, uno de ellos con una carabina de aire comprimido al hombro, recorren el parque dejando atrás los cadáveres de varios de estos pájaros. “Mira los cadáveres de las cotorras, les están pegando tiros”, grita la vecina mientras sigue a estas personas, que se tapan la cara y se alejan de la zona.
El Consistorio dirigido por Martínez Almeida justifica el trabajo de la empresa: “Se trata de una actuación recogida en el plan para situaciones excepcionales y que se ciñe a la autorización de la Comunidad de Madrid para reducir estas aves exóticas invasoras. El contrato suscrito establece el empleo de carabina de aire comprimido en circunstancias específicas y recintos acotados”, sostiene el Ayuntamiento. La mayoría de las intervenciones se han producido ya y se continuarán llevando a cabo mediante cañones lanzaredes y la técnica red de libro.
La medida, anunciada por Almeida en octubre de 2019 y dotada en un principio con 100.000€, cuenta finalmente con un presupuesto de tres millones de euros que buscan sacrificar a 11.700 ejemplares de una especie que llena la capital: solo en Madrid se concentran el 40% de las cotorras argentinas que viven en España.