La localidad madrileña de Alpedrete ha amanecido esta mañana con una bandera nazi pintada en un muro de un céntrico parque. La agrupación local de Más Madrid ha denunciado el hecho a primera hora y a mediodía los servicios municipales de limpieza ya la habían borrado. El alcalde, el popular Juan Rodríguez, que gobierna en coalición con Vox, ha condenado la actuación, que Más Madrid enmarca en un contexto de “envalentonamiento” de la extrema derecha más ultra.
“Se ha procedido con la mayor celeridad posible a retirarla, con los efectivos del servicio de Obras, a los que quiero felicitar por su pronta actuación”, ha declarado el alcalde a la revista Más Vive. Ha añadido que la pintada “no refleja el sentimiento de la mayoría de los vecinos” y ha insistido en que el equipo de Gobierno “no apoya este tipo de acciones” ni está “a favor de la simbología nazi”. “No vamos a permitir que los que quieran simbolizar a Alpedrete como un municipio fascista lo consigan”, ha remachado.
El regidor se vio envuelto en una polémica con la nomenclatura municipal la pasada primavera tras decidir eliminar del callejero las referencias a los actores Francisco Rabal y Asunción Balaguer, una medida que la oposición y la familia atribuyó a su militancia comunista y que el regidor nunca acabó de explicar. Tras la intervención de la líder del PP madrileño, Isabel Díaz Ayuso, el alcalde dio marcha atrás. Santiago Abascal, por su parte, acabó diciendo que los ediles de su formación apoyaron el cambio de nombre “por error”.
No es la primera vez que Alpedrete sufre actuaciones de grupos de extrema derecha o directamente nazis. El municipio “siempre ha tenido una cierta fama de albergar grupos fascistas organizados”, recuerda el concejal de Más Madrid Paco Miranda, que señala que hace una década hubo episodios de palizas por este motivo. Durante el tripartito de izquierdas que gobernó entre 2015 y 2019 se creó un observatorio contra la violencia y la intolerancia. “Ahí se paró la parte visible, no sé si la invisible”, señala.
Los ultras, “probando a ver qué pasa”
El retorno de la derecha al poder, especialmente desde la entrada de Vox en el gobierno municipal en 2023, y la actitud contemporizadora del alcalde han permitido el “envalentonamiento” de los radicales de extrema derecha, en opinión de Miranda, que señala la proliferación de pegatinas con mensajes fascistas por las señales de tráfico de la localidad, de 15.000 habitantes, o el desfile de radicales con pancartas al borde de la legalidad durante las fiestas patronales de mayo. “Una pegatina la puedo poner yo, pero una cruz gamada no lo haces en 10 minutos. Están probando a ver qué pasa”, opina del proceder de los ultras, al tiempo que advierte: “No queremos que se repita lo de hace 10 años”.