Mientras los vehículos privados suponen el 29% de los desplazamientos que se producen en Madrid, tienen reservado el 80% del espacio público. Así lo ha asegurado este lunes la delegada de Movilidad y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, Inés Sabanés, que ha presentado junto con el concejal de Urbanismo, José Manuel Calvo, el plan ciclista para la ciudad y las actuaciones encaminadas a mejorar la calidad del aire. El objetivo: cambiar la pirámide “desigual” que amplíe los espacios para el peatón y el transporte sostenible frente al vehículo privado.
Para ello, los concejales han anunciado la remodelación de la calle Alcalá, uno de los ejes más importantes de la ciudad. Al igual que va a ocurrir con la Gran Vía, se ampliarán las aceras para dar prioridad a los peatones en el tramo norte de esta calle que cuenta con más de 500 números. Concretamente, esta ampliación de las aceras se hará desde Ventas hasta Ciudad Lineal por tratarse de una alta zona comercial.
El Ayuntamiento de Madrid tiene previsto que la reforma comience en 2018. La reforma, que afectará a unos tres kilómetros de la vía, forma parte de los nuevos itinerarios ciclistas incluidos en el Plan A de Calidad del Aire. Alcalá, en ese tramo, pasará a tener un único carril para coches, que en su mayoría será un ciclocarril compartido con la bicicleta, por lo que solo se podrá circular a 30 km/h. En el tramo de subida entre Ventas y Quintana habrá un carril reservado para la bicicleta.
Como consecuencia de las remodelaciones de los dos grandes ejes de la ciudad, uno el de Gran Vía, entre Plaza de España y la calle de Alcalá, y otro en la calle Alcalá, entre Ventas y Ciudad Lineal, se mejorará el espacio peatonal y ciclista, el transporte público y reducirá el espacio destinado al coche.
El Ayuntamiento no tiene previsto someter a consulta ciudadana la remodelación de Alcalá. Según ha explicado Calvo, el proceso de participación consideran que ya se ha producido previamente con los distritos con los que han elaborado conjuntamente este plan de actuación.
Área de Prioridad Residencial Centro
Sabanés ha hecho alusión a las elevadas temperaturas de estas dos últimas semanas en la ciudad: “la realidad nos ha atropellado y tenemos que actuar”. De esta manera ha defendido el compromiso del consistorio en contra del cambio climático y la “lucha clara por una ciudad más sostenible y viable”.
En este sentido, se ha vuelto a poner sobre la mesa la zona APR de centro (área de prioridad residencial) que tiene como objetivo que solo los vehículos de residentes puedan circular. El borrador se presentó hace un año y actualmente se “está trabajando” y “avanzando” en el mismo, según ha afirmado Sabanés. El Consistorio tiene previsto implantarlo a principios de 2018.
En el borrador del plan de Mejora de Calidad del Aire se refleja la intención el Gobierno de Ahora Madrid de hacer un área central de acceso restringido al vehículo privado, que está definida en un perímetro continuo que abarca las calles Alberto Aguilera, Carranza, Sagasta, Génova, Paseo de Recoletos, Paseo del Prado, Ronda de Atocha, Ronda de Toledo, Gran Vía de San Francisco, calle Bailén, Cuesta de San Vicente y Princesa.
Para conseguir reducir el tráfico de vehículos en todo este perímetro, el ayuntamiento planteó hacer un reparto del espacio de aparcamiento “en superficie exclusivamente para residentes y usos dotacionales”, con lo que pretende que los coches de no residentes se dirijan a los aparcamientos públicos del interior del área.