La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, no piensa acudir a la cita de conciliación con Comisiones Obreras en el Juzgado el próximo 29 de abril. Así lo ha asegurado durante la sesión de control este jueves en la Asamblea de Madrid donde se ha reafirmado en sus acusaciones contra los sanitarios de la Atención Primaria y ha asegurado que nadie va a impedir que se exprese “con libertad”: “Ni los sindicatos ni las falsas denuncias ni mañana Bildu”.
“Es gravísimo intentar ni siquiera que el presidente de la Comunidad de Madrid no se puede expresar en los medios de comunicación, pero me reafirmo en todo lo que he dicho porque la atención que se ofrece a los ciudadanos en los centros de salud tiene que mejorarse, desde luego la atención telefónica”, ha asegurado Ayuso durante el pleno y ha añadido: “No voy a acabar en la cárcel y no voy a ir a ningún tribunal, porque no he hecho nada”.
Ayuso respondía así a la admisión a trámite de la demanda de conciliación de CCOO por parte del Juzgado de primera Instancia número 10 de Madrid contra la presidenta regional por haber desacreditado a los profesionales de la Atención Primaria asegurando que “no todos” querían “trabajar”. Ayuso estaba citada a comparecer en una vista de conciliación por estas palabras en calidad de demandada el próximo 29 de abril, a las 9.30 horas. La demanda del sindicato pide que la dirigente madrileña que se retracte de sus palabras en el mismo espacio de comunicación donde las vertió, en esRadio.
Ni una palabra de Almeida
Durante el Pleno, toda la oposición ha hecho alusión a las comisiones millonarias que investiga Anticorrupción por parte del Ayuntamiento de Madrid. Ayuso ha evitado defender al alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, y no ha hecho ninguna alusión al caso. No ha habido alusiones a relojes de lujo, los coches de alta gama o el yate. No por parte de la izquierda de Unidas Podemos, Más Madrid y PSOE que ni ha dudado en vincularlo con el contrato a dedo del Gobierno regional por el que hermano de Ayuso cobró una comisión.
La primera era la coportavoz de Unidas Podemos, Alejandra Jacinto. “Viene de un congreso en el que se ha cargado al líder de su partido por tirar de la manta y señalar unas irregularidades evidentes sobre los sapos de los Ayuso”, comenzaba. Y ha continuado: “Hasta las instituciones europeas están preocupadas por si su clan ha metido otra vez la mano en la caja. El mérito me temo que va a tener que compartirlo usted con el señor Almeida, porque menuda vergüenza”.
En su turno, el portavoz del PSOE, Juan Lobato, volvía a reprochar que la presidenta no haya respondido a diez preguntas planteadas por él mismo sobre el contrato de su hermano. “Yo siempre doy la cara y responde a todas las preguntas, a todas, y mientras tanto usted va acumulando decepciones”, la he lanzado.
Para la líder de Más Madrid, Mónica García el polémico contrato adjudicado por el Ayuntamiento salpica a la presidenta: “El escándalo de Almeida también es suyo”. “Se han puesto las botas en plena pandemia. Europa se pregunta cómo es posible que hayan dedicado el dinero, en vez de a salvar vidas, a dar mordidas. Nunca han tenido la intención de dejar de robar, la coartada es la libertad”, ha dicho García.
“Hay que aguantarles todo por la inviolabilidad parlamentaria, pero cualquiera de sus acusaciones, fuera (en la calle), serían objeto de una querella”, ha sido la única respuesta de Ayuso. Ya tiene bastante con lo suyo, como para salir a defender a Almeida.