PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos llegaron en horas bajas al debate que habían fijado en el calendario como prácticamente la última oportunidad para dar la vuelta a las encuestas que dan a Isabel Díaz Ayuso casi todas las opciones de seguir en la Puerta del Sol. Ángel Gabilondo acudía al plató de Telemadrid con una sangría de votos hacia Más Madrid, y Pablo Iglesias aparecía estancado en los sondeos tras el empujón que dio el anuncio de que sería candidato, mientras Mónica García era la única que rentabilizaba el paso de los días. Aunque Ayuso salió viva del debate, las fuerzas de izquierdas se dieron por victoriosas, y apenas 12 horas después el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) les dio un nuevo espaldarazo al dar opciones de gobierno al bloque progresista.
“Hay partido”, coincidieron Gabilondo y García al conocer los resultados del último sondeo del CIS antes de las elecciones del 4M. “Estamos más cerca de un Gobierno de coalición de izquierdas”, aseguraba Pablo Iglesias antes incluso de la difusión del barómetro. Después era su número dos en la candidatura, Isa Serra, la que se sumaba a la idea de que, a 12 días de las elecciones, hay opciones para el bloque progresista.
Pedro Sánchez siempre ha sostenido que la batalla iba a estar muy reñida y que la balanza se decantaría por uno o dos escaños. El CIS augura que PP y Vox pueden sumar la mayoría absoluta de 69 escaños que Ayuso necesita para gobernar, aunque solo en el rango alto de la horquilla que el instituto público de opinión da a las derechas. Para las izquierdas hay más combinaciones posibles que le dan el triunfo, con hasta 73 diputados, gracias al desplome de Ciudadanos, al que sitúa fuera de la Asamblea al no alcanzar el 5% del voto.
Y a eso se aferran PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos. Gabilondo ha sido cauteloso en su análisis al recordar que se trata de una encuesta y que “lo que hay que hacer es ir a votar” el 4 de mayo. Sin embargo, admitió que “las opciones de progreso son mayores que las de las fuerzas conservadoras”. “Las tendencias nos animan, nos dan razones para pensar que la cosa está muy empatada”, ha afirmado el candidato socialista. “No es momento de desmoralización y de desánimo, tenemos al alcance de las manos, tocándolo con los dedos, un gobierno alternativo”, ha asegurado, por su parte, la candidata de Más Madrid, que despuntó entre encuestas y analistas como la más destacada en debate dentro de su bloque pese a ser la menos conocida.
Un bloque “armónico” frente al “guirigay” de la derecha
Los tres partidos ya salieron satisfechos del debate en Telemadrid, el único en que salvo sorpresas estarán los seis candidatos. Se han programado otros pero la líder del PP madrileño, Isabel Díaz Ayuso ha declinado participar. “Somos capaces de anteponer un interés común, que es que en Madrid se produzca un cambio de gobierno, otra forma de gobernar, frente a otros que la entienden como una suerte de antipolítica”, expresó Gabilondo contraponiendo a Iglesias y García, de quienes reconoció que tienen “estilos” o “planteamientos” diferentes, a los candidatos de la derecha. El candidato del PSOE trató de imprimir un giro a su discurso precisamente en el debate de Telemadrid. En su último minuto apeló a Iglesias: “Pablo, nos quedan 12 días para ganar las elecciones”. El candidato socialista sigue sin confirmar que habrá coalición con Unidas Podemos, tal y como exige el vicepresidente segundo, pero este jueves moduló su discurso y dio a entender que las alianzas se verán después del 4M.
En Unidas Podemos dan a Iglesias como ganador del único debate a seis. De hecho, están muy satisfechos de que su candidato fuera, en su opinión, quien más y mejor confrontó con Isabel Díaz Ayuso. El ex vicepresidente ha trazado una de sus principales líneas de campaña precisamente en desmontar el discurso triunfalista de la candidata del PP, con propuestas netamente de izquierdas y sin “complejos”.
Pablo Iglesias tenía marcado en rojo este debate en el calendario como un punto de inflexión a partir del que, dicen en su entorno, comenzaría una “nueva campaña”. El giro de Gabilondo sobre una posible colaboración con Unidas Podemos, aunque no incluya expresamente un acuerdo de gobierno, sería una primera prueba de ese cambio. El candidato tiene también en su agenda señalados los otros dos debates que, aunque no cuenten con la presencia de Ayuso, sí cree que pueden ayudar a definir voto indeciso (un 19,6%, según el CIS), movilizar a abstencionistas e incluso modificar la distribución dentro de los diferentes bloques. En Más Madrid cuentan con movilizar el “poco voto” que queda de Ciudadanos que no se ha ido al PP.
En Moncloa, de hecho, han asumido la misma teoría: que los votantes de Ciudadanos se fugan masivamente al PP y que, por tanto, la campaña por el centro no estaba dando resultados. Gabilondo, que justifica su viraje en el 'no' de Edmundo Bal, hizo este jueves un llamamiento a la “unidad de la izquierda”. Una movilización masiva frente a Ayuso es la única posibilidad que ven en el PSOE para tener opciones frente a la presidenta madrileña en un territorio que se ha vuelto hostil para Pedro Sánchez.
“El bloque progresista pareció al fin armónico y sin estridencias mientras el conservador era un guirigay”, analizan desde la formación de Mónica García. Los candidatos de Unidas Podemos, PSOE y Más Madrid apenas confrontaron –García y Pablo Iglesias, excompañeros de partido, hicieron como si el otro no estuviera– frente a los encontronazos de Vox y Ciudadanos con Ayuso.
Más Madrid confía en que la exposición le dé un nuevo “empujón” en los diez días que quedan de campaña para pasar con seguridad el umbral del 15% del voto. En el equipo de la candidata aseguran que no tienen techo. Era la primera vez de la médica y en su equipo temían que un perfil amable como el suyo no destacara en un formato normalmente agresivo en el que, además, se presentaba como la más inexperta. A su favor jugó estar liberada de los dictados de un gran partido con implantación nacional –quedó al margen de los pequeños roces entre Gabilondo e Iglesias– y no tener cadáveres en el armario. Su liderazgo político ha sido fulgurante pero muy reciente.
García también supo aprovechar su autoridad profesional para hablar de sanidad, cuestionada por Ayuso y por la candidata de Vox, Rocío Monasterio, que aseguró ante la perplejidad del resto de candidatos, que había tenido que explicar a la médica lo que era la COVID-19. Su estrategia de presentarse como una persona normal –una sanitaria, una madre de tres hijos– funcionó, piensan en su candidatura. El equipo afronta con mucho optimismo el último sprint.
Ayuso supera el peor trago
Frente a las esperanzas de la izquierda, el Partido Popular considera que el debate a seis no solo no restó opciones a Ayuso, que era la que más arriesgaba, sino que la reforzó como favorita para ganar. “Se vio una presidenta y a cinco candidatos a presidir la oposición”, aseguró el líder del PP, Pablo Casado, a primera hora de este jueves, en una entrevista en la Cadena Cope.
De Gabilondo, el presidente de los populares dijo este jueves que actuó como un “ciclotímico” porque comenzó el debate diciendo que él no es el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y luego “le debieron mandar un wasap en el intermedio” y por eso le dijo a Iglesias que tenían 12 días para ganar las elecciones. A juicio de Casado, Iglesias estuvo en el cara a cara “diciendo 'quién me manda a mí irme del Gobierno'”. Su conclusión es, en todo caso, que “la cabra tira al monte” porque “Pedro Sánchez necesita seguir en Moncloa a costa de que sus candidatos tengan que pactar con Podemos”. De los candidatos de Ciudadanos y Vox, Edmundo Bal y Rocío Monasterio, respectivamente, Casado aseguró, sin nombrarles, que “a lo máximo que aspiran” es a ser consejeros de Ayuso.
La dirección del PP tampoco se cree el CIS que da opciones a la izquierda para gobernar en Madrid. “El señor Sánchez se está cargando todas las instituciones y se está cargando también esta institución, que era una institución de todos los españoles y con prestigio”, aseguró el vicesecretario de Comunicación del partido, Pablo Montesinos, para añadir que no iba a dedicar “ni un solo segundo” a valorar esa encuesta. “Más quisieran el señor Tezanos, el señor Gabilondo y el señor Sánchez que hubiera empate técnico”, concluía.
Tras el debate, Ayuso ha transmitido tranquilidad, aunque también quiso ser prudente y advertir de que nadie se puede relajar porque todavía “queda mucha campaña”. “Nos jugamos demasiado”, agregó la dirigente madrileña, que hizo hincapié en la necesidad de un voto “masivo” a opciones contrarias a la izquierda, e incluso llamaba al voto de izquierdas más centrado que pueda ver en Iglesias una amenaza: “No hace falta ser de derechas para estar en contra del proyecto de Pablo Iglesias y Pedro Sánchez, solo hace falta sensatez”, decía la candidata del PP durante un acto. En cuanto al CIS, la presidenta ha preferido guardar silencio.
También el candidato de Ciudadanos va a explotar el giro de Gabilondo en lo que queda de campaña. Bal es consciente de que la presencia de Iglesias genera animadversión a los que han sido votantes de Ciudadanos, pero también a una parte del electorado socialista. Por eso apela a los desencantados con “el veleta rojo” –en referencia a Gabilondo– para impedir que Vox suba y gobierne con Ayuso. Bal también centra en la extrema derecha buena parte de sus ataques para intentar sacar rédito entre los moderados. “No se puede pactar nada con ellos”, afirmó.
Con información de Irene Castro, Aitor Riveiro, Iñigo Aduriz, Sofía Pérez Mendoza, Fátima Caballero y Carmen Moraga.
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