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Así cambiará Madrid los próximos dos años para combatir la contaminación

Inés Sabanés y Manuela Carmena

Fátima Caballero

Para Manuela Carmena el Plan A engloba “la idea de ciudad” del Gobierno de Ahora Madrid. Se ha aprobado este jueves y contiene un paquete de 30 medidas encaminadas a reducir drásticamente la contaminación en la capital. Es también el compromiso de este equipo de Gobierno en la lucha contra el cambio climático. Una apuesta para la que se destinará un presupuesto de 543,9 millones de euros.

El Ayuntamiento de Madrid ha proyectado medidas que se extienden hasta 2025, cuando, por ejemplo, los vehículos sin etiquetado ambiental dejarán de poder circular por cualquier parte de la ciudad. Pero el grueso de las actuaciones se concentrarán en los próximos tres años, un horizonte en el que Madrid, según las previsiones del Ayuntamiento, se pondrá al día con Bruselas en cuanto a contaminación ambiental.

El Plan A incluye restricciones al tráfico, peatonalizaciones, semipeatonalizaciones, más zonas verdes, más kilómetros de vía para bicicletas, más transporte público y más limpio, instalaciones eléctricas sostenibles, más puntos de recarga y otras alternativas limpias para moverse por la ciudad.

Área de Central de cero emisiones

El centro de Madrid se cerrará al tráfico de paso a partir de junio de 2018, cuando se ponga en marcha la gran Área de Prioridad Residencial (APR) o Área Central Cero emisiones. El perímetro de esta zona lo delimitarán rondan y bulevares: las calles Alberto Aguilera, Carranza, Sagasta, Génova, Paseo de Recoletos, Paseo del Prado, Ronda de Atocha, Ronda de Valencia, Ronda de Toledo, Gran Vía de San Francisco, Bailén, Plaza de España, Princesa y Serrano Jover cerrarán esa gran zona.

Los expertos coinciden en que se trata de la medida más ambiciosa del Gobierno en cuanto a urbanismo y movilidad. El acceso quedará reservado para residentes, transporte público, taxis, vehículos comerciales, los coches con licencia de chófer VTC, vehículos eléctricos, las iniciativas de vehículo compartido como Car2go o Emov, los usuarios con plazas de aparcamiento alquiladas y las motos en horario diurno.

Esta medida contribuirá notablemente a la reducción de las emisiones contaminantes al aire en una de las zonas que soporta grandes niveles. Pero no es la única. A este proyecto le acompañan muchos más que ayudarán a ese propósito, como es la reducción de la velocidad para circular en la M-30 a 70 kilómetros por hora a finales de 2018.

Remodelación de calles

La aplicación de la APR favorecerá la armonización del espacio de la ciudad. La reducción de circulación de vehículos, que el Ayuntamiento estima que sea superior al 20%, permitirá que se pueda repartir mejor el espacio entre coches y peatones. Para ello, el Ayuntamiento ya está licitando proyectos para peatonalizar calles y ampliar aceras. Algunas obras ya han empezado y las más importantes llegarán los próximos meses.

La polémica remodelación de la Gran Vía que los madrileños apoyaron en la gran consulta de febrero comenzará en enero y acabará con una de las calles más emblemáticas y concurridas de la ciudad diferente: tendrá aceras más anchas, más vegetación y espacio para la bicicleta. A este lavado de imagen que incluye también Plaza España, hay que sumar otros. Numerosas calles de los madrileños barrios de Chueca y Malasaña han estado durante la época estival en obras para devolver espacio al peatón. En octubre, también comenzarán las obras para ensanchar aceras de la calle Atocha y la peatonalización de Carretas.

Gran Vía tendrá un carril bici de subida y la parte norte de Alcalá también. Además, habrá itinerarios para bicis en Madrid Río, camino de Vinateros y la avenida de Burgos y se reformará el Anillo Verde Ciclista. Otro de los compromisos de este Gobierno pasa por hacer más carriles para el autobús.

Transporte público, Bicimad y coche compartido

La renovación de la flota del parque móvil para que sea de bajas emisiones a finales de 2019 es otro de los objetivos. En 2020, además, la flota de la EMT tendrá 73 vehículos eléctricos.

La red municipal de alquiler de bicicletas, Bicimad, duplicará en los próximos dos años su número actual de bicis hasta llegar a las 4.000 y también superará el límite actual de la M-30. También se renovará en los próximos días la aplicación de teléfono móvil, que avisará al usuario si la bicicleta queda mal anclada en las estaciones.

La estrategia del Ayuntamiento pasa además por incentivar un aumento de la flota de vehículos compartidos, como sustitutivos de los coches privados en el futuro. Actualmente en la capital operan varias compañías privadas de coches y motos. Además, para hacer más cómodo su uso, el Ayuntamiento desarrollará una única aplicación que englobe todas las compañías que operan en la capital (Car2go, Emov,...) para que sea más sencillo su uso.

Reducción del consumo energético

Toda la energía de los edificios municipales será renovable en 2018. Además, a partir de octubre hasta finalizar el año, se instalarán 45 placas solares en edificios municipales. También se destina una parte del presupuesto a la rehabilitación de edificios para mejorar la eficiencia energética. El plan MAD-RE está destinado a este propósito. Las cifras del Ayuntamiento son las siguientes: “En 2016 se acogieron 24.552 viviendas, lo que supone una reducción de 25 toneladas de CO cada año. En la convocatoria de 2017 ya se han recibido solicitudes para 800 viviendas”.

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