Metro de Madrid no retirará todo el amianto de la red hasta 2025
Metro de Madrid invertirá un total de 140 millones de euros para la eliminación del amianto en toda la red, tanto en el material móvil, como en estaciones y otras instalaciones, con un calendario que establece la retirada de este material de forma completa en 2015.
Así está previsto en el calendario y plan de inversiones que ha presentado la dirección de Metro de Madrid a los sindicatos en la comisión constituida la semana pasada con ellos para llevar a cabo de forma inmediata la retirada de este material en la red del suburbano. La eliminación del amianto de los trenes contará con una inversión de 5 millones de euros, según han informado fuentes del suburbano a Europa Press.
Paralelamente a la retirada en trenes, Metro llevará a cabo las acciones necesarias para eliminar el amianto en los elementos aislantes de 21 subestaciones eléctricas, para lo que invertirá 1 millón de euros en 2018 y 2019.
También desde este mismo año y hasta 2021, se retirará el amianto en 20 estaciones, en el marco del Plan de Modernización de estaciones que Metro de Madrid tiene en marcha para lo que invertirá 64 millones de euros.
Así, en 2021 Metro habrá acabado con el amianto en todos los trenes y en casi el 40 por ciento de las estaciones donde lo tiene detectado (53). En total, Metro habrá ejecutado el 53 por ciento del plan en 2021.
Una vez finalizado el Plan de Modernización de estaciones, se llevará a cabo la retirada de este material en otras ocho donde está detectado, para lo que será necesaria una inversión de 27 millones de euros, un trabajo que se iniciará en 2022 y finalizará en 2024.
Se llevará a cabo otra inversión adicional de 31 millones más que acabará definitivamente con el amianto que quede en la red y que supone la retirada del mismo en 25 estaciones más, desde 2023 hasta 2025.
También en este mismo periodo, se eliminará de los elementos constructivos de las 21 subestaciones eléctricas por 1,5 millones de euros, así como en el resto de las dependencias y depósitos para lo que se destinarán 7 millones de euros.
Metro, adicionalmente, invertirá 4 millones de euros para contratar una asistencia técnica para la inspección, detección, realización de ensayos y certificación posterior para el plan de desamiantado en lo que a instalaciones (estaciones y cuartos técnicos) se refiere.
El responsable de UGT en el suburbano, Teo Piñuelas, ha señalado que en la negociación con la compañía se ha logrado “acelerar” los plazos de aplicación de este plan, pues Metro aludía en su propuesta inicial que abarcaba hasta 2027 y que finalmente se ha fijado en 2025.
En declaraciones a Europa Press, expone también que inicialmente se contemplaba suprimir el amianto en los trenes durante tres años cuando finalmente ha quedado en 18 meses. Por ello, expone que más del 50 por ciento del plan estará completado en 2021.
Piñuelas ha señalado que ante la “dejadez” de Metro a la hora de eliminar el amianto ha motivado que no pudiera quitarse de forma completa, y por ello este plan “acelerado” aborda ahora de forma satisfactoria esta cuestión.
A su vez, ha incidido en la necesidad de “acompasar” las actuaciones con el servicio que se presta al usuario y ha enfatizado en lo importante de garantizar la seguridad de los trabajadores.
Un plan sin la firma de CCOO y Maquinistas
Una visión más crítica ha mostrado el secretario general de la sección de CCOO en el suburbano, Juan Carlos de la Cruz, cuyo sección y la del Sindicato del Colectivo de Maquinistas de Metro no firmaron la constitución de esta comisión para el plan de desamiantado.
De la Cruz ha censurado que Metro “no ha hecho nada” durante muchos años para retirar el amianto y que el plan que ahora se ha presentado debió plantearse al Comité de Salud y Seguridad del suburbano.
En este punto, ha subrayado que existe “responsabilidad” en Metro, tanto en la actual como en anteriores direcciones de la compañía, por poner en riesgo la salud de los empleados, con un trabajador con cáncer ya reconocido con enfermedad profesional. En este sentido, alude a que el suburbano de Barcelona tomó diversas actuaciones para retirar el amianto a partir del año 2000 mientras que Metro no desplegó las suficientes.
Finalmente, ha asegurado que la asesoría jurídica de CCOO para determinar si reclama responsabilidades civiles a la empresa ante la Justicia, pues entiende que hay otros dos casos sospechosos de haber contraído enfermedad profesional por estar expuestos a amianto.
Señalización para los trabajadores
Por su parte, desde Metro exponen que “hay total garantía de que no hay ningún riesgo para la salud por la presencia del amianto ni para los 2,3 millones viajeros que utilizan Metro de Madrid al día ni para los trabajadores que llevan a cabo las tareas de mantenimiento, ni para los conductores que no están en contacto en ningún caso (ya que no lo manipulan) con piezas que contengan amianto”.
“La presencia de amianto por sí misma no supone ningún riesgo ni para los usuarios ni para los trabajadores porque no supone exposición a fibras, ya que estas solo pueden llegar a producirse en caso de manipulación del material”, exponen desde la compañía.
Metro asegura que ha reforzado todo tipo de información para los trabajadores, para lo que ha elaborado un mapa (inventario) donde están localizados todos los puntos en los que se ha localizado este material. También se ha elaborado un protocolo para formar a los trabajadores sobre la presencia de este material y cómo actuar.
También se han reforzado las actuaciones para prevenir “los riesgos frente a la presencia de amianto mediante la identificación, registro y señalización de estos elementos, mientras que se procede a su retirada definitiva”.