El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha criticado duramente al Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática después de que el informe técnico encargado por la cartera que dirige Ángel Víctor Torres haya descartado la existencia de “elementos de relevancia arqueológica” en la parcela donde se ubicará el cantón de limpieza de Montecarmelo.
“Se ha malgastado el dinero de los españoles por parte del Ministerio para hacerle la oposición al Ayuntamiento, porque han llegado a la misma conclusión que nosotros”, ha manifestado el regidor en declaraciones a los medios de comunicación. Cree que el Ministerio “debe explicar ahora por qué no se fiaba” y defiende que el Consistorio madrileño “tenía razón y desde el primer momento dijo lo que había, dijo la verdad”.
Almeida también se ha pronunciado sobre otro de los puntos del informe, en el que los expertos anuncian que solicitarán al Ejecutivo municipal “excavaciones en parcelas aledañas”, ya que las consideran “susceptibles de que puedan contener restos arqueológicos relevantes”. “Si el Ministerio quiere seguir buscando, daremos las autorizaciones en el marco de la Ley de Memoria Democrática”, ha avanzado el alcalde de la capital.
“Queda claro que en lo que será el cantón de limpieza no hay rastros de ninguna fosa común”, ha concluido Almeida sobre la polémica instalación de limpieza y residuos, que despierta una gran oposición vecinal en este barrio de Montecarmelo.
La posible existencia de esta fosa, en la que según la Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales (AABI) podrían encontrase hasta 451 cuerpos, se había convertido en uno de los principales argumentos esgrimidos por los residentes de este barrio de Fuencarral-El Pardo para exigir al Consistorio una nueva localización del cantón. La oposición vecinal pide trasladar el recinto para depósito de residuos y utilización del personal de limpieza hasta terrenos más alejados de sus viviendas, de centros educativos y de locales de restauración o supermercados.
Desde la Asociación Vecinal de Montecarmelo resumían los motivos de su confrontación en conversación con Somos Madrid: “No pueden decir que la ubicación ideal para una central de camiones y basura (incluido amianto), más grande que la Plaza Mayor de Madrid (10.000 metros cuadrados frente a 9.500), es entre tres coles con 4.200 niños de 0 a 18 años. Afecta a todo un barrio con una de las mayores tasas de población infantil de la capital (6.000 niños). La Ley de protección de la infancia y adolescencia establece que los menores deben desarrollarse en un entorno seguro y saludable. Esto no lo es”.