Almeida permite al Atlético de Madrid sepultar con obras un bosque urbano y el “oasis de mariposas” que abrió en 2022
“El oasis de mariposas de San Blas-Canillejas, con una superficie de 55.000 metros cuadrados, tiene catalogadas cerca de 50 especies diferentes de flores que atraen a una gran variedad de mariposas y otros insectos polinizadores, y también es hábitat de gorriones y jilgueros y de especies arbóreas como encinas, olmos y chopos. Se trata de un paraje natural muy valorado por los vecinos”. Así anunciaba el Ayuntamiento de José Luis Martínez-Almeida la llegada del oasis de mariposas, una iniciativa ubicada junto a la glorieta de Carlos Llamas y a pocos metros de la avenida Luis Aragonés y el Estadio Metropolitano. Dos años después, el entorno se ha convertido en una enorme montaña de arena.
En solo 25 meses, de aquel oasis solo queda un bloque de hormigón cercado por varias vallas (algunas de ellas tumbadas en el suelo) donde puede leerse un graffiti que fue pintado en la inauguración con las palabras “bosque urbano” y, en letras más pequeñas, “plena inclusión”. Las mariposas dibujadas en él son los únicos insectos voladores del lugar. Los conejos que se mueven por la maleza en algunos extremos del terreno, la última muestra de naturaleza salvaje de un enclave convertido en un improvisado repositorio de la arena desplazada en las obras de la Ciudad Deportiva del del Atlético de Madrid.
La parcela no está incluida en el proyecto que presentó el club colchonero, pero ha sido utilizada para llevar allí los escombros de obras y depósito del material excavado. Tampoco el consistorio advirtió que sepultaría el conocido como Bosque de Carlos Llamas. Se desconoce el número total de árboles afectados por las obras aunque entre los ejemplares del otrora “bosque urbano” había encinas, olmos y chopos, según la nota de prensa que el Ayuntamiento publicó en su día. Entonces, el consistorio celebraba que, gracias a la intervención, se hubiera conseguido “un distrito más verde, amable y habitable”.
En la recreación del estado final de la cercana Ciudad del Deporte después de las obras, el desaparecido oasis ocupaba la zona verde de la parte superior izquierda. “El corte lo marca el acceso a la M-40, en la zona norte del proyecto y antes de la A-2”, apunta Ricardo (nombre ficticio), vecino de Canillejas, que fue el primero en advertir sobre el enterramiento de los árboles.
Ricardo relata a Somos Madrid que el espacio “nunca estuvo muy arreglado” desde su inauguración, a la que acudieron los exconcejales de Ciudadanos Silvia Saavedra (ahora fichada por Almeida como directora general de Mayores) y Martín Casariego, por entonces edil del distrito. También dos personas disfrazadas de mariposa. Según Ricardo, se incorporó el bloque con la inscripción “bosque urbano” y se añadió un expositor con información sobre estos animales: “No hicieron nada además de poner el nombre”. Más allá de eso, siguió siendo “una zona virgen a la que la gente iba a pasear o a sacar a sus perros”.
Pero a partir de junio el sitio comenzó a transformarse radicalmente: “En junio empezaron a traer tierra con camiones a diario, y cortaron árboles. Decían que iban a construir un parque o una zona verde, algo que ya había, pero ahora vemos que solo hay una montaña de arena por las obras del Atlético de Madrid”.
En este proyecto, la Ciudad del Deporte, el equipo de Almeida ha cedido al club que preside Enrique Cerezo 205.000 metros cuadrados durante 75 años a cambio de 53 millones de euros. Una inversión de más de 200 millones de euros, pero principalmente destinada al aprovechamiento privado del equipo rojiblanco con varias estructuras en torno al Metropolitano: un centro de ocio, una playa artificial e incluso una hipotética universidad.
Según datos publicados por Somos Madrid, del total de la inversión el Atlético de Madrid solo dedicará 53 millones a inversión con retorno público. La mayoría de ese dinero irá destinado a los accesos por carretera a las nuevas instalaciones, lo que redundará principalmente en el propio club rojiblanco. El Ayuntamiento considera que la cesión hasta finales de siglo queda compensada con esta inversión, por lo que la entidad que preside Cerezo no tendrá que abonar ninguna cantidad en metálico como canon por el uso de las parcelas.
Antes había caminos naturales. Era un espacio que se regeneraba solo y cada vez había más vegetación aunque el Ayuntamiento solo hubiese colocado el mural que informaba sobre las mariposas
Los 205.000 metros cuadrados cedidos no se incluían en la parcela del paraíso de las mariposas, que finalmente se ha visto también afectada. “Antes había caminos naturales. Era un espacio que se regeneraba solo y cada vez había más vegetación aunque el Ayuntamiento solo hubiese colocado el mural que informaba sobre las mariposas”, comenta Ricardo.
No se trata solo de una pérdida natural, sino que se generan otras molestias: “Cuando hay viento la arena se mete en las casas, como en la última tormenta que afectó a Madrid el mes pasado. En general las calles tienen más arena que antes y están mucho más sucias”.
Ricardo lanza una pregunta al Consistorio: “¿Se va a quedar así?”. Recalca que ya en julio escribió al Ejecutivo local sobre este tema y por el momento no ha obtenido ninguna contestación. Este diario ha tratado igualmente de obtener respuesta del Gobierno municipal sobre los motivos de la destrucción del oasis o la posible nueva ubicación, sin obtener respuesta por el momento de ninguna de sus áreas.
Desde la Asociación Zerynthia, responsable del proyecto oasis de mariposas por todo el país, sí confirman a este periódico que el de Canillejas ha sido arrasado de su localización original: “Ahí van a construir algo, pero la zona de oasis de mariposas se va a reorientar. Tenemos a gente trabajando en ello con el Ayuntamiento para asesorarles en la reestructuración, pero sí que quieren mantenerlo”.
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