La bandera de España 'se la pega': problemas con el dulce patriótico y otras anécdotas de la jura de Leonor en Madrid

A nadie le amarga un dulce, salvo a algún que otro monárquico que ha acudido esta mañana a la Puerta del Sol para seguir la jura de la Constitución parte de la Princesa de Asturias. La Comunidad de Madrid avanzó que repartiría pastelitos con la bandera nacional a quienes se acercasen a la sede del Gobierno autonómico para ver el evento en las pantallas gigantes instaladas. Pero España se la ha pegado, literalmente.

Estos postres borbones estaban coronados con la enseña nacional, gracia a una gelatina de frambuesa y limón. Elaborados por la Asociación de Empresarios Artesanos del Sector de la Pastelería de Madrid (Asempas), sus responsables no han contado con un pequeño detalle: la cobertura podía quedarse pegada con las cajas en las que se han introducido. Así ha ocurrido y las banderas de España se han desgajado del resto del dulce, en una circunstancia abierta a interpretaciones de índole republicana o nacionalista.

“La chapuza madrileña es así”, han comentado algunos usuarios en redes sociales, donde tampoco han faltado las comparaciones con otros desastres no intencionados. Claro que nada de esto sucedió cuando el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso sacó un surtido de pasteles con la enseña autonómica con motivo del 2 de mayo, ¿hay acaso inclinaciones ocultas por parte de la dirigente regional?

“Emosido engañados”, declaran otras fuentes a Somos Madrid, visiblemente afectadas ante este nuevo desgarro de España. Aunque hablando de engaños, alguien no ha querido ser todo lo claro posible respecto al seguimiento real del acto desde Sol. Así, la señal de las cámaras ha dejado de emitir unos instantes durante la jura de Leonor, aunque finalmente ha vuelto.

En Callao, donde se ha proyectado igualmente el acto gracias a la intermedación del Ayuntamiento que dirige José Luis Martínez-Almeida, las imágenes no ofrecían precisamente la estampa propia de un fervor popular.

Algunas personas apuntan que hay incluso menos gente de lo que sería lógico en un día previo a festivo, como si la monarquía estuviese espantando en lugar de atraer a los madrileños. Y eso que la jura ha sido vista como una oportunidad de oro para ir de excursión en algunos colegios privados.

Una auténtica desgracia que estos chavales se hayan enfrentado al trauma de ver la bandera de su país ultrajada antes de devorarla. Y hablando de desgracias, la de quienes han tenido que tomar hoy la línea 1 de Metro, que ha estado varias horas cortada entre Pacífico y Tirso de Molina. Curiosamente este incidente ya resuelto se ha producido en las postrimerías de la emisión de la jura en una pantalla la estación de Gran Vía, que pertenece a esa misma línea (también a la 5), aunque no al tramo clausurado. Parece que este martes el destino se ha puesto un poco republicano.

A nadie le amarga un dulce, salvo a algún que otro monárquico que ha acudido esta mañana a la Puerta del Sol para seguir la jura de la Constitución parte de la Princesa de Asturias. La Comunidad de Madrid avanzó que repartiría pastelitos con la bandera nacional a quienes se acercasen a la sede del Gobierno autonómico para ver el evento en las pantallas gigantes instaladas. Pero España se la ha pegado, literalmente.

Estos postres borbones estaban coronados con la enseña nacional, gracia a una gelatina de frambuesa y limón. Elaborados por la Asociación de Empresarios Artesanos del Sector de la Pastelería de Madrid (Asempas), sus responsables no han contado con un pequeño detalle: la cobertura podía quedarse pegada con las cajas en las que se han introducido. Así ha ocurrido y las banderas de España se han desgajado del resto del dulce, en una circunstancia abierta a interpretaciones de índole republicana o nacionalista.