La aprobación del Plan Parcial del proyecto para construir varios edificios y una torre de 31 plantas sobre las Cocheras de Cuatro Caminos, que el Ayuntamiento anunció este jueves, llegó acompañado de una sorpresa para los colectivos que abogan por el patrimonio industrial que representa esta infraestructura. El departamento de Urbanismo propuso llevar el techado de sierra de este complejo a otro lugar de Madrid.
En concreto, el Ayuntamiento pidió estudiar “trasladar la estructura de cubierta de las actuales cocheras a un emplazamiento adecuado para su conservación y para que la ciudadanía pueda conocer y disfrutar de este patrimonio industrial”, explicaba en nota de prensa. El anuncio lo confirmaron este viernes la alcaldesa Manuela Carmena y el presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, que explicaron que trasladarán el conjunto arquitectónico a un lugar todavía no definido.
“Estamos viendo la posibilidad de trasladar pare de los elementos de las cocheras. Hay cosas que tenemos que solucionar en los próximos días”, dijo Ángel Garrido al finalizar una comida de trabajo con la alcaldesa. “Lo que decimos es que las cocheras se mantienen pero no en la ubicación actual. Estarán en otro sitio. Las cocheras como tal se volverán a reinstalar y serán objeto de un elemento de recuperación del patrimonio histórico de Madrid”, añadió Manuela Carmena.
Este anuncio supone un reconocimiento implícito de que las Cocheras de Cuatro Caminos cuentan con un interés patrimonial, aunque en la zona “no existe ningún edificio catalogado” según indicó Patrimonio de la Comunidad de Madrid en 2017 y recordó el jueves el área de Desarrollo Urbano Sostenible. A pesar de ello, el Ayuntamiento ha propuesto proteger explícitamente tres elementos de este conjunto: la embocadura del túnel, los restos de fachada de la casa Tuduri a la calle Esquilache y el cerramiento lateral de la nave-cochera a la calle Esquilache. Además del ya citado traslado de la cubierta a un lugar todavía por determinar.
Los colectivos que se oponen al proyecto de construcción de Residencial Metropolitan, agrupados bajo la plataforma Salvemos Cuatro Caminos, llevan más de un año reclamando a la Comunidad la construcción de un museo del Metro de Madrid en el espacio que el gobierno regional vendió a los cooperativistas para desarrollar la operación inmobiliaria.