Los responsables de El Buscón, clásica librería del barrio de Prosperidad que acaba de cumplir 45 años, se han liado la manta a la cabeza y han decidido acercarse al centro de la ciudad haciéndose cargo del espacio de libros de la Filmoteca Española, situado en el Cine Doré y que permanecía cerrado y sin inquilinos desde hace más de un lustro.
La reapertura de la librería del Doré tendrá lugar, previsiblemente, durante la primera quincena del mes de mayo. Renovada y, por vez primera, con acceso directo desde la calle Santa Isabel, será un nuevo reclamo cultural para Lavapiés.
El desembarco de El Buscón en el Doré se ha producido mediante un concurso público puesto en marcha por el Ministerio de Cultura, a través del Instituto de Cinematografía, del cual salió vencedora la propuesta cultural y económica presentada por la librería de Prosperidad.
Así, se trata de una concesión administrativa con una duración de dos años prorrogables, según explica a Somos Lavapiés Pedro Bermejo, responsable junto a Clara Álvarez de la cooperativa que gestiona El Buscón.
“Con la experiencia que nos otorgan nuestros 45 años en la periferia ofreciendo un buen fondo de literatura y ensayo, principalmente, vamos a intentar crear y mantener un buen proyecto cultural en Lavapiés. La oferta estará especializada en cine e incluirá también una buena selección de literatura contemporánea, además de algo de merchandising cinematográfico y de cartelería. Nuestra propuesta irá también en línea con la programación de la Filmoteca y explorará la amplia relación entre cine y literatura”, comenta Bermejo.
Conocedores de otros proyectos y personas que en el pasado gestionaron la librería del Doré sus nuevos inquilinos nos cuentan que el hecho de que este pequeño espacio de alrededor de 20 metros cuadrados vaya a contar por vez primera con un acceso independiente al cine desde la calle y un escaparate propio, además de los nuevos aires que se respiran en la Filmoteca, han sido determinantes para dar este paso al frente.
“Antes era complicado encontrar la librería, que era casi como un cuarto de escobas dentro del Cine Doré, con un pequeño almacén. Las dos entradas con las que cuenta ahora, desde dentro del cine y desde la calle, con escaparate incluido, garantiza un mayor flujo de gente y nos permitirá también abrir en un horario ampliado al de la Filmoteca. Por el momento, pensamos tener cerrado el lunes, que es el día en el que no hay proyecciones en el Doré”.
Otro punto determinante para creer en la viabilidad de la empresa en la que se acaban de meter es que siendo un espacio público el local tendría un precio de alquiler “asequible”, afirma Bermejo, quien pone de ejemplo cómo la librería La Fugitiva, un espacio conocido y con unan buena trayectoria que estaba al lado del Doré, tuvo que cerrar hace cerca de dos años cuando los dueños del local decidieron subirles el alquiler.
Reclamo cultural
Para Bermejo, que se sigan abriendo lugares culturales en Lavapiés y en Madrid es la mejor manera de asegurar que los barrios del centro de la ciudad no se conviertan sólo en lugares de “consumo”. “El reclamo cultural es muy importante y Lavapiés es un ejemplo de ello y de vida política y social. Lo contrario es dejar que los barrios se vayan convirtiendo en zonas como Letras, que se han ido alejando de su historia y de su pasado para quedar reducidos a lugares donde se va a beber”.
Al margen de las programaciones de la Filmoteca, la nueva librería también tiene previsto contar con un calendario propio de propuestas culturales, centrado principalmente en presentaciones de libros.
Una cooperativa con solera
El Buscón es una librería surgida del impulso de la Asociación de Vecinos del barrio de Prosperidad en el año 1977. En los 80 se constituyeron formalmente en una cooperativa formada en la actualidad por dos trabajadores cooperativistas fijos más un número indeterminado de socios.
Desde sus inicios se distinguió por ser un lugar de encuentro cultural donde se han impartido, cursos, charlas, seminarios, presentaciones... Un importante actividad que les hizo merecer en 1985 el Premio a la Mejor Labor de Divulgación Cultural concedido por el Ministerio de Cultura.
Por esta librería de barrio han pasado con motivo de charlas, discusiones, conferencias y seminarios nombres de las letras españolas tan reconocidos como Rafael Sánchez Ferlosio, Carmen Martín Gaite, Belén Gopegui, Luis Ruiz de Gopegui, Javier Muguerza, Emiio Lledó, Luis Martínez de Velasco, Jacinto Rivera de Rosales, Francisco Serra, Francisco León, Alfonso Silván, Felipe L. Aranguren...
Con el tiempo la librería se ha especializado en Humanidades, con todo lo relacionado con la Filosofía como gran bandera. Su fondo actual supera los 12.000 volúmenes.
Preguntado sobre la salud de la librería, cuenta Pedro Bermejo que no se pueden quejar, si bien están expectantes sobre cómo les afectará la paulatina vuelta a la normalidad que estamos viviendo dado que, curiosamente, los dos extraños años de pandemia por los que hemos atravesado les han sentado bien como negocio y ahora que la gente puede salir sin miedo de sus barrios tendrán que ver cómo lo notan.
En cualquier caso, es un negocio de barrio consolidado que también vende por internet y que, sin miedo, ahora se ha animado incluso a poner un pie fuera de sus fronteras físicas habituales.
“Seguimos resistiendo bien. La pandemia hizo a los vecinos descubrir de nuevo los comercios de barrio. Los dos últimos año han sido un poco espejismo. Daños colaterales positivos de la crisis del covid. La gente no podía coger un metro para irse al centro de la ciudad y se volcó con el comercio de proximidad, además de que muchos adquirieron un compromiso de consumir en el barrio. En general, todas las pequeñas librerías de proximidad hemos notado ese efecto y estamos muy contentas. Ahora volvemos a la normalidad, veremos qué pasa”.